Fue en otoño
Marisa, mi querida compañera en el camino de la vida, ha finalizado su etapa laboral, después de trabajar 38 años en el mismo colegio, el Centro Cultural Palomeras en Vallecas, y se ha jubilado.
Han sido días duros de despedidas, de rememorar tantos buenos momentos, aunque también ha habido algunos malos, de recordar a tantos alumnos y alumnas que han pasado por su clase, por su vida, de abrazar a los compañeros y compañeras que siguen su labor educativa y que la dicen que la van a echar mucho de menos y que el centro ya no será el mismo sin ella.
Entre risas y lágrimas termina una fecunda etapa de su vida. Ahora comienza una nueva que confiamos sea al menos tan feliz como ha sido la que acaba de terminar. Seguimos en este nuevo camino juntos, como siempre.
Fue en otoño
Fue en otoño.
Las hojas caían leves,
balanceándose,
hasta ser barridas por el viento.
Pero este tiempo no marcaba
declive u ocaso
sino principio, avance,
plenitud y satisfacción.
Sintiendo muy adentro
la culminación de toda una vida
que se ha realizado dándose,
acompañando, educando para ser libres.
Es hora de asistir a otras aulas
para abrirte a nuevas realidades,
paisajes inéditos,
encuentros fecundos.
Y aunque las lágrimas empapen
el recuerdo, tantas vivencias,
es necesario un silencio,
un espacio de reflexión
para recuperar todo lo que ha palpitado
y convertirlo en sangre y aliento,
que dé aún más audacia al corazón
y te rodee como una pasión el entusiasmo.