Cuando pase la noche

Cuando pase la noche
Cuando pase la noche

Palabras que no llega a pronunciarlas,

nombres de la familia que confunde,

calles cercanas que desconoce,

el camino a casa, sin una mano cercana,

se transforma en laberinto.

Y le invade el miedo,

y surge el reproche indebido,

el rechazo violento,

el golpe instintivo,

la íntima soledad masticada en silencio.

Siente el desconsuelo a su alrededor,

el agotamiento, el mal humor,

las lágrimas de impotencia.

También el bálsamo de la ternura

y las estimulantes caricias de compasión.

Un nuevo día.

Un día más.

Con los recuerdos ahogados

en el océano del olvido.

- Cuando pase esta noche

seguro que estaré bien.

- Seguro, mamá, cuando pase la noche

volveremos a estar bien.

Y el beso de despedida evoca

y revive, hasta que la vence el sueño,

los ecos, sabores y olores del ayer.

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