El paso del tiempo

El paso del tiempo
El paso del tiempo

De la tierra y su profundidad surgen hondas cicatrices

que recorren su cuerpo ofreciendo en cada surco,

en cada círculo interior, el paso inexorable del tiempo.

Acometieron tan duros los hielos, las tormentas,

la sequía, los vientos…

que fueron encorvando su alta figura,

aunque la flexibilidad se la reveló la brisa.

Todo prepara, todo se transforma, todo pasa.

Si en el camino de su existencia

aparenta que el abatimiento le ha vencido,

aún las ramas continúan mostrándose frondosas,

todavía hay gemas floreciendo.

Y aunque parezca herido de sobrevivir,

ya tendido sobre la arena tibia, acogedora,

desde ahí contempla mucho más nítido

el paso tenaz de las hormigas,

o cómo crecen rebosantes de vida

las humildes y pacíficas hojas de hierba.    

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