Qué queda

Qué queda
Qué queda

A través de esta densa niebla,

mis ojos traspasan la descarnada realidad

hasta llegar a palpar lo primordial,

la esencia que nos identifica

en el mar envolvente de la vida.

Por las sendas del desamparo

he contemplado suspendidos

en las ramas resecas de la impotencia,

jirones, harapos, lamentos

en el eco callado del silencio.

Y como alivio ante tanto desconsuelo

solo me quedan las manos abiertas,

el grito desolado, la tibia mansedumbre,

la frágil esperanza arropada de abrazos.

Me pregunto para qué sirven

las palabras lanzadas al océano,

confiando que lleguen a algún destinatario,

si servirán de bálsamo y consuelo,

si lograrán que alguien eleve, adentre su mirada.

Detrás de quienes han sido arrebatados

por las sombras o el fulgor,

de su recuerdo vital, tangible,

detrás incluso de mí, ¿qué queda?

Ellos mismos en mí y yo en ellos.

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