DEMOCRATIZACIÓN DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS

Ante la polarización política existente en España, es urgente necesario relativizar el partidismo político, para centrarse en lo esencial: la búsqueda del bien común, los derechos sociales y la paz que nace de la justicia.

Yo no milito en ningún partido político. Mi partido, si así podríamos hablar, es la ética y la defensa y promoción de los derechos humanos; y como cristiano, el Evangelio de Jesús y la doctrina social de la Iglesia. Desde esta libertad apartidista expreso lo que siento.

Percibo con preocupación que algunos partidos han convertido el Congreso en un circo, utilizando la mentira como estrategia política. Lanzan acusaciones sin pruebas. No saben dialogar, solo difamar e insultar al adversario, incluso a familiares de políticos con afirmaciones basadas en bulos. La libertad de expresión no consiste en libertad para mentir y difamar. Ésta exige respeto y argumentos razonados.

Observo en los debates del Congreso que algunos desfiguran incluso sus rostros atacando al adversario, buscan hacerle daño. Se refleja odio en sus palabras. Y ese odio lo están irradiando en la sociedad. De ahí el enrarecido ambiente de polarización existente en España, como señala Ángel Montiel en este diario (26.4.2024).

Siento que los partidos de derechas han convertido la política en un lodazal de aguas corrompidas. Están destruyendo la democracia y, lo que es peor, están degradando los valores éticos y morales en la sociedad. Un país sin valores no tiene futuro.

Toda persona se merece respeto y si no se está de acuerdo con la práctica del adversario, se dialoga con argumentos serios y pruebas contundentes. Nunca insultando y judializando bulos, como hacen algunos dirigentes de la derecha y de la extrema derecha.

El PP es un partido que fue sancionado por multitud casos de corrupción. Sigo manteniendo la esperanza de que reconozca sus errores y pida perdón a los españoles. Tiene 30 casos de corrupción abiertos. Varios de sus altos miembros están o han estado en prisión (Rodrigo Rato que fue vicepresidente con Aznar, Ignacio González expresidente de la comunidad de Madrid, Bárcenas que fue tesorero del PP en la sede de Génova, Zaplana ministro de Aznar…), y tramas como la de Villarejo, la Gurtel, la Kitchen…y otros casos más en diversas comunidades autónomas, como el de Pedro Antonio Sánchez en Murcia. En verdad, parece que la cúpula del PP está infectada por una mafia corrupta que, incluso trata de manipular al mismo sistema de justicia.

La derecha y extrema derecha están aliadas con asociaciones que se autocalifican católicas, tales como “Hazte Oír” y “Manos limpias”, que no son más que grupos fundamentalistas y extremistas con una práctica ética dudosa. El líder de “Manos limpias” fue condenado en su día por la Audiencia Nacional. De nada sirve tener las manos limpias si se tiene sucio el corazón. “Los limpios de corazón son los que verán a Dios”.

A los partidos de la derecha parece que no les importa la situación de los más desfavorecidos, trabajadores y pensionistas. Es indignante que votaran en contra de la reforma laboral, de la subida del salario interprofesional y de las pensiones ¿Qué intereses les moverían para oponerse a ello?, ¿Qué razones han dado Feijóo y Abascal para oponerse a la subida de las pensiones y del salario mínimo? Todo apunta a que desprecian los derechos sociales.

Con la actitud de la derecha y extrema derecha se corre el riego de destruir el estado de derecho y la convivencia nacional. Rezuman actitudes xenofóbicas, racistas y de criminalización de los refugiados y migrantes. Crean un clima de odio al adversario y de rechazo al diferente, opuesto a la enseñanza de Jesucristo y de la doctrina social de la Iglesia.

Lamentablemente, algunos medios de comunicación (prensa, radio y TV) y redes sociales, afines a la derecha política, están contribuyendo a crear una confrontación y polarización entre los españoles. Destruyen los valores, la equidad, la convivencia, la fraternidad y la solidaridad, esenciales en una verdadera democracia.

Es cierto que la corrupción también ha manchado a algunos miembros de la izquierda, como el caso de los ERES en Andalucía y el caso Koldo. Los casos de corrupción se denuncian a través del sistema de Justicia, no como lo está haciendo la derecha. Al PP habría que aplicarle aquellas palabras de Jesucristo: “El que esté sin pecado tire la primera piedra”.

Actualmente, España va creciendo económicamente y con un buen prestigio internacional. Se han dado pasos importantes en el ámbito social: Subida de las pensiones y del salario interprofesional. Se eliminó el copago farmacéutico para los pensionistas. Se aprobó la renta mínima vital para personas sin recursos. Subsidio de desempleo a trabajadoras del hogar. Bono social eléctrico y bajada del IVA de la energía eléctrica. Bajada del IVA a los alimentos. Vacunación contra el Covic a toda la población. Subida de impuestos a los bancos. Relación de diálogo con Cataluña. Exigencia del reconocimiento del Estado de Palestina.

Aunque, si bien hay otros asuntos con los que no estamos de acuerdo, tales como el abandono del pueblo saharaui. O la subida del presupuesto en Defensa. O la entrega de armamento a Ucrania, pues la guerra solo se para con el diálogo y la negociación diplomática, nunca echando más leña al fuego. La violencia solo genera una espiral de violencia.

En conclusión, es urgente saber valorar lo positivo y lo negativo de los funcionarios públicos con racionalidad y desde una visión ética global. Y para ello hay que relativizar el partidismo político, para centrarse en la búsqueda del bien común, los derechos sociales y en la paz que nace de la justicia.

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