Y ¿Ahora que...?

Después de compartir nuestra reflexión sobre el Concilio Vaticano II, que nosotros fue un como un acontecimiento que nos hizo dar un giro copernicano a nuestra vocación y misión. Hoy 50 años después seguimos creyendo que es un referente en este tiempo axial que nos ha tocado vivir, pues entonces como ahora, por primera vez, la Iglesia tomó el pulso de su identidad con la perspectiva de su misión en el mundo actual. La visión de Iglesia que emerge en el Concilio es la de un sujeto en permanente devenir.
La dinámica del cambio en la Iglesia no viene sólo exigida por una sociedad en evolución permanente, sino que lo exige, sobre todo, su tensión entre su origen en Jesús el Viviente y la fe apostólica y su momento final, el Reino de Dios. Por eso la Iglesia, que es signo del Reino, encuentra en el Reino anunciado y prometido por Jesús una reserva crítica a toda configuración histórica posible.
Nosotros, como Servicio de Animación Comunitaria por un Mundo Mejor, venimos realizando este servicio de alentar, motivar, proponer…, desde nuestro nacimiento, a que la “Iglesia se renueve de forma permanente” (UR 6), para que así pueda contribuir “ya” a adelantar el reinado de Dios. Por eso, siguiendo nuestra vocación y misión, queremos compartir, con otros, a seguir dándole vida hoy al Concilio Vaticano II.
Consideramos que la reflexión que hemos hecho y compartido en este blog, con ocasión del 50 aniversario del Concilio, puede ser una oportunidad. Quisiéramos contribuir, con otros, a que como personas cristianas y como Iglesia nos sintamos invitados a comprender “el hoy” de la historia marcado por la acción creadora y renovadora de Dios; a mirar con lucidez los límites de la actual situación tanto social como eclesial; a no santificar lo que es provisional -la forma de la iglesia-; a descodificar las formas del deseo de otra Iglesia a la luz del Evangelio y de la vocación al reino de Dios… Todo para que "una iglesia renovada" sea posible y verdadera.
Elegimos la forma narrativo, como forma de compartir, loas reflexiones que iremos ofreciendo no pretenden ser algo sistemático, será más bien algo puntual que vamos descubriendo en el devenir de la vida, para que a través de lo que vamos percibiendo y narrando nos sintamos llamados a realizar “el paso posible” que, con espíritu Conciliar, vayamos afrontando las llamadas de la humanidad y a las exigencias del evangelio de Jesús.
Desde nuestro humilde servicio eso queremos, eso ofrecemos y queremos compartir con otras instancias sociales y religiosas, a hacer un mundo mejor y renovar la Iglesia al servicio del Reino.
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