Después de haber hecho un breve recorrido por el proceso de convocación y de realización del Concilio Vaticano II en los dos primeros capítulos, en este tercer capítulo vamos a abordar la cuestión, llamada técnicamente, de “recepción” del Concilio. Sobre este tema se ha escrito muchísimo, y se sigue escribiendo, en la medida en que nos vamos acercando a la celebración del cincuentenario de su inicio. Sobre la manera de abordar esta cuestión, en la consulta a los expertos aparecieron algunos aspectos: se señalaba la necesidad de clarificar la cuestión de la interpretación del concilio, los criterios sobre el mismo; la necesidad de distinguir lo que es el concilio como “acontecimiento” y el “texto” o documentos del mismo; la necesidad de distinguir entre la letra y el espíritu; se indicaba también la conveniencia de identificar las diversas “recepciones” según la situación y necesidades de cada continente.
La importancia de esta cuestión aparecía en 1996 en el III Coloquio Internacional de Salamanca que reunía a los eclesiólogos más destacados del mundo: “La recepción y la comunión entre las Iglesias”. Hervé Legrand, en la presentación de la publicación de las Actas de este Coloquio afirmaba: “Sin recepción no se edifica la Iglesia”. Manifestaba igualmente la importancia de esta dimensión por las consecuencias que tiene en el campo del ecumenismo . Diversos eventos y documentos oficiales de la Iglesia han insistido en la necesidad de una adecuada “recepción del Concilio Vaticano “, por ejemplo: el sínodo extraordinario de 1985, y la encíclica de Juan Pablo II: Novo Millennio Ineunte (2001)...
Recientemente se está planteando la profundización sobre la identidad misma del Concilio Vaticano II. Desde ahí es necesario abordar la pregunta sobre lo qué podemos esperar hoy del Concilio Vaticano II como acontecimiento y como cuerpo doctrinal. Es el caso del reciente estudio de Christoph Theobald titulado: La réception du concile Vatican II, del cual se ha publicado ya el primer volumen: Acceder à la source . En esta última publicación aparece una amplia bibliografía al respecto, lo que da cuenta de su actualidad. En buena parte este libro será nuestro punto de referencia para el desarrollo de este capítulo. El mismo autor ha anunciado el título del segundo Volumen: L’Église dans l’Histoire et la société, centrado en la reflexión sobre el Evangelio y la Iglesia en la historia y la sociedad.
Este capítulo se ha organizado dentro de esta lógica: primero, la aclaración del lenguaje; segundo, las diversas hermenéuticas; tercero, una hipótesis de lectura del proceso de recepción; cuarto, una propuesta para la recepción; y quinto, conclusiones para una adecuada “recepción” del concilio Vaticano II.