Conversaciones que merecen la pena José de los Ríos, un médico humanista

José de los Ríos
José de los Ríos

"El 25 de noviembre de 2023, al filo de la medianoche, falleció José de los Ríos. Pepe, como le gustaba ser llamado, fue un eminente médico, con una capacidad especulativa fuera de lo común"

"Conocí a Pepe en 1978. Estudiaba medicina, mientras yo lidiaba con el Curso de Orientación Universitaria-COU, en el colegio del Pilar, en el madrileño barrio de Salamanca. Desde el principio, surgió una intensa y mutua simpatía intelectual"

"En una fecha imprecisa de 1994 volvimos a encontrarnos en Madrid. Brotaron las primeras conversaciones de los cientos que, a lo largo de casi 30 años, hemos mantenido"

"No tenía ninguna prisa por saludar a la parca. Escribo estas líneas lagrimeando. Pepe y yo teníamos planeadas nuevos encuentros para seguir disfrutando de nuestras pláticas. Desafortunadamente, fui yo quien marché a Vigo el 26 de noviembre para despedirme de él"

El 25 de noviembre de 2023, al filo de la medianoche, falleció José de los Ríos. Pepe, como le gustaba ser llamado, fue un eminente médico, con una capacidad especulativa fuera de lo común. 

Nacido en Madrid, hijo único, tuvo una infancia compleja. Su padre, soldado durante la guerra de España, padeció ese peculiar síndrome que afecta a muchos de los que han batallado. 

Conocí a Pepe en1978. Estudiaba medicina, mientras yo lidiaba con el Curso de Orientación Universitaria-COU, en el colegio del Pilar, en el madrileño barrio de Salamanca. 

Colegio del Pilar

Coincidimos en una institución, en aquel tiempo célebre, a la que acudíamos cientos de estudiantes en búsqueda de formación profesional y espiritual. Desde el principio, surgió una intensa y mutua simpatíaintelectual. Sin embargo, nuestras trayectorias se separaron enseguida. Yo emprendí mis estudios universitarios en otra ciudad española y luego me trasladé a Italia para culminar mi primera tesis doctoral y trabajar. Posteriormente viajé largas temporadas por países como República Checa, Hungría, Filipinas, China, Ecuador, Colombia o Estados Unidos. Por su parte, Pepe, rematada brillantemente su licenciatura, trabajó tanto en Canarias como en la Clínica Universitaria de Navarra. Vivió experiencias altamente satisfactorias y otras que socavaron gravemente sus creencias.

En una fecha imprecisa de 1994 volvimos a encontrarnos en Madrid. Permanecían los rescoldos de aquella incipiente simpatía. Los dos habíamos sido razonablemente baqueteados, como la mayoría de los humanos, tanto en el ámbito profesional como en lo personal. Brotaron las primeras conversaciones de los cientos que, a lo largo de casi 30 años, hemos mantenido de forma presencial o telefónica. Hemos tenido también la fortuna de viajar juntos por Portugal, Francia, Suiza, Eslovenia, Italia...

En 1995, Pepe optó por trasladarse a Vigo, donde permaneció desde entonces. Allí conoció a su mujer y tuvo dos hijos. En estos 28 años, han sido múltiples los compromisos profesionales que me han llevado a Galicia. Siempre que ha sido posible, hemos buscado la oportunidad de reencontrarnos. En circunstancias puntuales, Pepe ha viajado a Madrid para pasear por la ciudad que le vio nacer y proseguir con esos lúcidos parlamentos que a ambos nos encantaban. 

El 9 de octubre de 2023 fue la última oportunidad en que esto sucedió. Pepe voló desde Vigo y transcurrimos una fenomenal jornada caminando por Arturo Soria, Alcalá, el parque del Retiro y otros enclaves. Me trasladó una vez más que había decidido retardar su jubilación. El motivo era que dos galenos compañeros de hospital, concluidas sus carreras profesionales, a los pocos meses habían sufrido enfermedades que les habían catapultado a la tumba. 

Pepe, repleto de optimismo, con su habitual y picarona sonrisa, me aseguraba que anhelaba seguir disfrutando de la vida lo máximo posible. No tenía ninguna prisa por saludar a la parca.

En esa jornada me repitió algunas frases, mezcla de experiencia e ironía, que tanto le caracterizaban. Entre otras: 

-Un médico tras recetar una pastilla, indicará otra para remediar los efectos negativos de la primera. 

O también: 

-Donde un médico mete la mano, siempre mete la pata. 

No faltó otra chanza: 

-Los médicos creen en los cirujanos y los cirujanos en los médicos.

José de los Ríos
José de los Ríos

Fue un padre profundamente responsable. Siempre hacía referencia a su prole. Para sacarla adelante, cumplió guardias hasta una edad avanzada. Entre sus pasiones se encontraba el mar. Compró con esfuerzo un velero con el que salía a navegar cuando le era posible, solo o con su familia. En varias ocasiones tuve la fortuna de acompañarle, en una oportunidad también con mi mujer e hijos. A pesar de las complejidades de cualquier travesía, disfrutaba enormemente. La fotografía y la música llenaron también muchas de sus horas. 

Escribo estas líneas lagrimeando. Pepe y yo teníamos planeadas nuevos encuentros para seguir disfrutando de nuestras pláticas. A principios de noviembre, pocas fechas antes del primer derrame cerebral, me envió la fotografía de las borrascas que se acercaban desde el Atlántico, asegurándome que en cuanto el tiempo mejorase volaría de nuevo a Madrid. Desafortunadamente, fui yo quien marché a Vigo el 26 de noviembre para despedirme de él

"¡Pepe, estoy firmemente convencido de que Dios te habrá acogido en su seno! A tu colosal profesionalidad uniste siempre la profundidad de pensamiento y una sonrisa tras la que ocultabas las complejidades de una existencia vivida en plenitud"

¡Pepe, estoy firmemente convencido de que Dios te habrá acogido en su seno! A tu colosal profesionalidad uniste siempre la profundidad de pensamiento y una sonrisa tras la que ocultabas las complejidades de una existencia vivida en plenitud. A tu manera siempre creíste en un Ser Superior. Quizá en otras circunstancias hubieras podido prolongar tu existencia terrena. No te lo han permitido.

¡Pepe, cuando Dios lo considere oportuno, seguiremos nuestra tertulia en el más allá!

Mientras tanto, seguro que el Creador te alienta a seguir disfrutando de las singladuras y dándote la oportunidad de velar por tu familia y por quienes fuimos y somos tus amigos.

Vela in memorian

Etiquetas

Volver arriba