Enrique Fernández de la Torre y Javier Chaquet Rivero publican en El Club de la Niebla 'Trayectoria manipulada', la aventura de dos audaces astronautas ambientada en la guerra fría

Acaba de ver la luz un libro titulado Trayectoria manipulada. El texto narra la aventura de dos audaces astronautas, Enrique y Javier. Sus nombres coinciden no por casualidad con los de los autores

Lo más significativo es que sus creadores comenzaron a escribirlo con 10 años y lo han culminado recién cumplido el décimo segundo cumpleaños

Al más puro estilo de John le Carré o Agatha Christie, con un aroma que recuerda a Enid Blyton y Emilio Salgari, puede seguirse una trama ambientada en la guerra fríaque rezuma preocupación ética

Haber dedicado cientos de horas durante la pandemia a escribir a cuatro manos este texto les honra. Ojalá sea el prólogo a una interesante carrera también dentro del mundo literario

Acaba de ver la luz un libro titulado Trayectoria manipulada. El texto narra la aventura de dos audaces astronautas, Enrique y Javier. Sus nombres coinciden no por casualidad con los de los autores. Al más puro estilo de John le Carré o Agatha Christie, con un aroma que recuerda a Enid Blyton y Emilio Salgari, puede seguirse una trama ambientada en la guerra fría. La competencia entre empresas, las dificultades de emprender, los obstáculos inesperados, la resiliencia, la valentía para afrontar nuevos retos, el compañerismo, etc. son temas presentes a lo largo de estas interesantes páginas.

Los autores arrancan la trepidante aventura en la confrontación de dos empresas aeroespaciales, quizá porque el padre de uno de ellos, Javier, es precisamente un ejemplar profesional, destacado ingeniero del sector.

Todo el argumento rezuma preocupación ética por ayudar a quien más lo precisa en los sucesivos momentos de este palpitante lance. Tal vez porque los autores han visto ese desvelo moral desde su nacimiento, tanto en sus casas como en la enseñanza de sus profesores en el colegio madrileño del Sagrado Corazón. Porque, y por encima de lo reseñado, lo más significativo es que sus creadores comenzaron a escribirlo con 10 años y lo han culminado recién cumplido el décimo segundo cumpleaños.

Como buenos lectores desde su más tierna infancia, Enrique y Javier manejan un rico vocabulario que llama poderosamente la atención. Haber dedicado cientos de horas durante la pandemia a escribir a cuatro manos este texto les honra. Cuando tantos infantes queman innumerables horas ante juegos muchas veces infames o al menos inanes, llama la atención que Javier y Enrique hayan renunciado a otros entretenimientos para focalizarse en generar literatura. Ojalá sea el prólogo a una interesante carrera también dentro del mundo literario.

En un libro de hace más de 40 años, José Luis Murga Gener hablaba de las revoluciones juveniles en Roma y Grecia. Conservo un grato recuerdo de aquella investigación porque trabajaba yo entonces, para pagar mis estudios universitarios, en una revista cultural. El director me propuso redactar una reseña de Rebeldes a la República. Se recoge en el libro que ya en el siglo V antes de Cristo no faltaban quienes aseguraban que la siguiente generación acabaría con el mundo. Los motivos aportados eran semejantes a los que ahora emplean los más pesimistas para descalificar a la juventud contemporánea. ¡Ni siquiera en eso somos originales!

Es cierto que politicastros de baja estofa y nula formación se empeñan en imponer con el rodillo de su ignorancia un nivel rastrero en los estudios de las nuevas levas. Soslayando esa penosa obstinación, estudiantes como Enrique y Javier muestran que, a pesar de los lúgubres intentos de torpes gestores, brotan luces esperanzadoras gracias también a esos esforzados docentes que trasladan conocimientos conceptuales e ilusión para que contribuyan a mejorar el mundo.

No queda sino felicitar a Javier y Enrique, a Marta Prieto, directora general de El Club de la Niebla, por haber confiado en ellos y a todos los profesores que de manera más o menos explícita han instigado el afán de estos dos artistas. Sin olvidar, por supuesto, a los abuelos, padres y hermanas de estos jóvenes que han agitado la péñola con exitoso resultado.

Ojalá no pase mucho tiempo antes de que entreguen a la imprenta un nuevo fruto intelectual que siga mostrando que a pesar de las dificultades son capaces de superar los valladares que imponen los anodinos injustamente ascendidos a posiciones políticas que solo saben regurgitar su nesciencia. Frente a ellos, ¡vivan luchadores intrépidos como Javier y Enrique!

Libro

Primero, Religión Digital

Etiquetas

Volver arriba