Queridos chalecos amarillos, ¡más bien paralicen Francia con una huelga! (Traducción)



Por Thomas GUÉNOLÉ
Co-director de formación de La France Insoumise


Las manifestaciones son insuficientes si es la victoria lo que quieren. La acción violenta tampoco les hará ganar.

Queridos chalecos amarillos,

Ustedes han puesto en marcha una gran movilización popular contra la injusticia fiscal y, más ampliamente, contra el abandono de la Francia periférica por parte de la "élites" dirigentes. También han decidido que esta movilización sea independiente de todo partido político y de todo sindicato. Por tanto, por respeto a su opción, les escribo esta carta abierta a título personal, de ciudadano a ciudadanos.

Mucho se ha dicho sobre sus confusos motivos de revuelta. Yo no estoy de acuerdo. El simple hecho de portar chalecos amarillos [1] es, en sí, un símbolo perfectamente claro. El chaleco amarillo es una vestimenta que sirve para volver visible, en extremo, a quien lo porta. Al decidir hacerla su estandarte, han anunciado el color: ustedes son esa Francia invisible que exige visibilidad.

Más aún, bastaría con escucharlos en lugar de comentarlos, con prestarles atención en lugar de juzgarlos, para poder comprenderlos y, en lo que me concierne, aprobarlos.

Su revuelta va contra la injusticia fiscal. Por un lado, el gobierno multiplica los regalos fiscales a quienes les va bien: por ejemplo, la supresión del ISF [2], así como la baja en gravámenes para inversionistas y accionistas. Por otro lado, para ajustar más su presupuesto, el mismo gobierno aumenta los impuestos de los combustibles siendo un recurso que ustedes no pueden dejar de consumir: para dejar los niños en la escuela, para ir a su lugar de trabajo, para ir donde el médico más cercano o, mejor aún, como instrumento de trabajo siendo chóferes o repartidores que no pueden escoger si toman el carro o lo dejan guardado. Dicho de otro modo, ya que ustedes no pueden hacer otra cosa, gravar estos rubros, es un chantaje. Su indignación, por tanto, es legítima.

Visto en perspectiva, su revuelta tiene por motor el sentimiento de ser cada vez más abandonados por las clases dirigentes mientras que cada comienzo de mes es más difícil. Este sentimiento es justificado. Por un lado, la Francia de los centros de ciudad tiene todo a su alcance: CDI's [3], puestos de altos funcionarios, servicios públicos que caminan bien, ventanillas bancarias y de La Poste [4] en abundancia, solicitudes de préstamo a las que los bancos dicen "sí", comercios de todo tipo, médicos numerosos y disponibles... Por otro lado, para la Francia rural, para la Francia peri-urbana o la Francia de los guetos urbanos pobres (apodados les banlieues [5]) es lo contrario: desempleo, trabajos precarios, TPE [6] y PME [7] en quiebra, funcionarios con salarios congelados, servicios públicos que cierran, ventanillas bancarias y de La Poste escasas o que están cerrando, desiertos médicos... En breve han comprendido por ustedes mismos que detrás del discurso de campaña de unos y otros, en realidad, el sistema es integralmente pensado y construido para que el esfuerzo [8] de unos (ustedes) permita el confort de otros (ellos).

Ustedes no han necesitado líderes para lanzarse en su movilización. Nadie tiene que darles una clase o decirles qué hacer. En la presente carta, yo quisiera solamente someter a su consideración una idea para ganar el combate contra Macron.

Las manifestaciones son necesarias y útiles: para medir numéricamente la fuerza colectiva y para que las clases dirigentes comiencen a tener miedo de ustedes. No obstante, las manifestaciones son insuficientes si es la victoria lo que quieren. En efecto, como Margaret Thatcher antes que él en el Reino Unido de 1980, Emmanuel Macron tiene claramente la intención usar la fuerza cada vez más. Ni siquiera lo oculta. De hecho, su respuesta a las indignaciones colectivas es siempre la misma: si no están de acuerdo, es porque no han comprendido que él tiene razón; entonces hará uso de la "pedagogía". Esta no será la vía que permita la victoria. La acción violenta no les hará ganar porque, en este terreno, las CSR [9] y el ejército, de ser necesario, son mucho más fuertes.

Por el contrario, existe un método probado: la huelga para paralizar la economía del país. Las clases dirigentes y la Francia de los centros de ciudad prósperos tiene una necesidad indispensable del trabajo de ustedes para su propio confort. Esa es la Francia de los chalecos amarillos, es la Francia de los difíciles inicios de mes, la que hace cotidianamente los trabajos que mueven la economía. Por tanto, si en lugar de nuevas manifestaciones, organizan una jornada de "Nos quedamos en casa", luego otra, y otra, esto paralizará cada vez más la economía. Entonces, las pretensiones de Emmanuel Macron deberán ceder bajo la presión de los verdaderos amos del gobierno: los ultra-ricos, la gran patronal y las grandes firmas, que tienen mucho que perder en estas jornadas repetidas de bloqueo económico.

Habitualmente, en los últimos años, estas jornadas de huelga de parálisis económica no han funcionado porque ningún sindicato, ningún partido político, es lo suficientemente escuchado y apoyado para que sus llamados provoquen una huelga lo suficientemente masiva. Pero no es el caso del movimiento de ustedes porque, en promedio, 3 de cada 4 franceses aprueban y apoyan su combate. En otras palabras, es verdaderamente posible que, si ustedes convocan jornadas de huelga para paralizar la economía, mucha gente diga presente a su llamado: ellos también son asalariados precarios, pequeños emprendedores explotados, funcionarios agotados, patrones de TPE-PME extenuados o hasta ferroviarios.

Tengo consciencia que las jornadas repetidas de huelga que bloquean la economía representarían para ustedes mismos la pérdida de ganancias, algo doloroso ciertamente, puesto que ustedes ya están en un sufrimiento social avanzado. Sin embargo, cuando escucho el sentimiento de su igualmente grave situación, sé que no tienen nada que perder. Y sobretodo estoy convencido que el dolor, al perder ganancias en una huelga que paralice la economía, es una prueba necesaria si quieren batir a Macron.

Bis repetita: es a ustedes, y a nadie más, a quienes les pertenece el decidir colectivamente los caminos de revuelta que han tomado. No hago más que expresarles una propuesta. Y el 1° de diciembre me manifestaré siendo uno de ustedes.

Notas del traductor:
[1] Les gilets jaunes.
[2] Impôt de Solidarité sur la Fortune.
[3] Contrat à Durée Indéterminée.
[4] Servicio de correo estatal.
[5] Literalmente "lugares bajos", los suburbios.
[6] Très Petites Entreprises.
[7] Petites et Moyennes Entreprises.
[8] El autor alude acá a las galeras romanas movidas por mano esclava.
[9] Compagnies républicaines de sécurité.

Artículo publicado por The Huffington Post-FR el 29/11/2018:https://www.huffingtonpost.fr/thomas-guenole/chers-gilets-jaunes-paralysez-plutot-la-france-avec-une-greve_a_23604456/

Tradujo del original francés: Hanzel José Zúñiga Valerio
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