"Señores obispos, 'más vale una vez rojo que ciento colorado'" ¿A qué espera la Iglesia española para destapar a sus abusadores e indemnizar a las víctimas?

Abusos
Abusos

"Algunos episcopados siguen sin querer reconocer que los abusos sexuales, de poder y de conciencia fueron un paradigma sistémico en el que vivió la Iglesia católica durante siglos"

"el director editorial de la cadena Cope, el cielino José Luis Restán que no cree que “ninguna otra institución haya hecho jamás” el esfuerzo de “responsabilidad, humillación, arrepentimiento y búsqueda de reparación” de la Iglesia católica..."

"La institución hace como los políticos: se justifica y echa balones fuera, en vez de asumir sus pecados y sus delitos. Con el consiguiente descrédito en la imagen y en la credibilidad social de la institución"

"Los obispos españoles cobardean en tablas, porque la inmensa mayoría ha vivido en el sistema del encubrimiento y son incapaces de dar el salto a las tres medidas concretas que les pide el Papa ante la plaga de los abusos: transparencia, responsabilidad y rendición de cuentas"

“Es el momento de la vergüenza”. Partía el alma ver al Papa Francisco, triste, decepcionado e indignado, confesar públicamente, en la audiencia del pasado miércoles, que ya está bien, que es hora de que los obispos limpien sus iglesias de la pederastia, pidan perdón y coloquen a las víctimas “en el centro”, porque será la única manera de que la Iglesia vuelva a ser una “casa segura para todos”.

Pero algunos episcopados nacionales siguen negando la mayor, sonríen ante los ultimatums del Papa y siguen sin querer reconocer que los abusos sexuales, de poder y de conciencia fueron un paradigma sistémico en el que vivió la Iglesia católica durante siglos. Y, mientras no quieren reconocer eso, miran para otro lado, esperando que el tiempo entierre la plaga de la pederastia por sí solo.

Restán

Y es que muchos obispos españoles piensan, en este tema de los abusos, como el director editorial de la cadena Cope, el cielino José Luis Restán que no cree que “ninguna otra institución haya hecho jamás” el esfuerzo de “responsabilidad, humillación, arrepentimiento y búsqueda de reparación” de la Iglesia católica...Y se queda tan ancho y sienta cátedra desde la emisora de la Iglesia. Y lo dice en una editorial de la cadena de los obispos, que es la que crea tendencia y llega realmente a las masas españolas.

Y esos 'mantras' van dejando poso. A los católicos más conservadores les han convencido de que se trata de una estrategia del Nuevo Orden Mundial (y, por supuesto, de Pedro Sánchez y Podemos) para desprestigiar a la Iglesia. Los indiferentes y alejados experimentan cada vez más que la institución hace como los políticos: se justifica y echa balones fuera, en vez de asumir sus pecados y sus delitos. Con el consiguiente descrédito en la imagen y en la credibilidad social de la institución.

Y las sospechas sobre la Iglesia siguen en aumento. Porque la gente se hace este sencillo razonamiento de sentido común: Si en la laica Francia hubo 300.000 víctimas de abusos desde los años 50, ¿cuántos no habrá habido en la catolicísima España del Caudillo “por la gracia de Dios”, donde los curas eran sagrados y tocarles la sotana, un delito?

Franco bajo palio

¿Siguen pensando los obispos, como entonces, que “España es diferente” también en esto? Nadie se lo puede creer. ¿A qué espera, entonces, la Iglesia española para poner en marcha la recogida de datos, para poder confeccionar un informe como el que publicaron las Iglesia de Francia o de Alemania? Porque, de los grandes países europeos, sólo quedan las Iglesias de España, Italia y Portugal por aprobar este asignatura pendiente.

Porque, cuando “las barbas de tu vecino...” y, además, como también sentencia el refranero español, “más vale una vez rojo que ciento colorado”. Ya no valen las buenas palabras, pues. Ni la creación de unas oficinas para hacer como si se investigase...cuando todo el mundo sabe, como acaba de decir abierta y públicamente el secretario del episcopado, monseñor Argüello, que la Iglesia no va a abrir “de manera proactiva” procesos de investigación de los abusos del clero. Ni de los de antes ni de los de ahora.Y, además, añadía el secretario de los obispos, no se puede condenar a nadie (ni siquiera a un cura abusador) a la “muerte ministerial”. ¿Lo pillan?

Los obispos españoles cobardean en tablas, porque la inmensa mayoría ha vivido en el sistema del encubrimiento y son incapaces de dar el salto a las tres medidas concretas que les pide el Papa ante la plaga de los abusos: transparencia, responsabilidad y rendición de cuentas. Ni caso. Por eso, miran hacia otro lado y ya les molesta, incluso, que el Papa siga insistiendo que los obispos tienen que colocar “a las víctimas (de los abusos del clero) en el centro”.

Eso significa: abrir los archivos, responsabilizarse del encubrimiento generalizado de los curas pederastas, reparar e indemnizar, pero no como un don, sino como una deuda impagable, como algo absolutamente debido, aunque nunca pueda pagar tanto dolor acumulado por las víctimas.

La Iglesia debe reconocer su responsabilidad como institución, poner en marcha un mecanismo de auténtica reparación económica y cambiar sus procesos de gobernanza, formación y prevención. Quzás necesite, asimismo, que la justicia penal prime sobre el derecho canónico, que ignora a las víctimas, que se cuestione la excesiva sacralidad del sacerdote y que se dé más espacio a las mujeres en una institución tremendamente patriarcal.

Omella y Argüello

Y, por supuesto, apoyar proactivamente al Papa Francisco en el cambio de las estructuras clericales que producen sistemáticamente miles de depredadores sexuales. Porque, los abusos no acabarán mientras no se termine con la lacra del clericalismo y de los curas funcionarios de lo sagrado.

Primero, Religión Digital
Volver arriba