Aquí, en Roma, le llaman el TotoPapa, remedando al TotoCalcio o las quinielas del fútbol italiano. Circulan sin cesar y son alimentadas por las diferentes cordadas tanto de dentro como de fuera del Vaticano. Algunas de estas quinielas son fiables;otras, meros globos-sondas e, incluso, algunas evidentes intoxicaciones procedentes de los equipos en la sombra que cada lobby cardenalicio tiene en marcha. Y es que la Iglesia es una institución humano-divina y divino-humana, necesitada de mediaciones. Éstos son los nombres de papables que más cotizan hoy en Roma.

Parece ganar cuerpo la tesis de que los cardenales foráneos están hasta el gorro de las intrigas y de los cabildeos de los cardenales curiales y, en general, de los italianos. Por eso, capitaneados por los americanos (maestros en lidiar con los medios y que no esconden el que hacen piña y lobby), parecen decantarse por un papa americano.

Los más cotizados son el cardenal Ouellet, arzobispo emérito de Quebec y prefecto de obispos, y el brasileño Scherer, arzobispo de Sao Paulo. Uno del norte rico canadiense y otro del sur emergente.

Los dos con experinecia pastoral directa. Los dos con vivencias latinoamericanas (Ouellet estuvo muchos años en Colombia). Los dos con experiencia curial (Scherer estuvo, hace años, en la Curia). Los dos relativamente jóvenes. Ambos, con buena salud, por lo que se sabe.

¿Los dos "limpios" de cualquier relación, próximo o lejana, con algún caso de pederastia? Porque ésa será la prueba del algodón que tendrá que pasar cualquier papable con posibilidades.

José Manuel Vidal