Jesús Sanz modela la Iglesia asturiana a su imagen y semejanza religioso-ideológica “Reinaré en España con más veneración que en otras partes”

Mensaje del Sagrado Corazón de la casa de espiritualidad de Covadonga
Mensaje del Sagrado Corazón de la casa de espiritualidad de Covadonga

A sus 55 años y de la mano de su 'padrino', el cardenal Rouco Varela, había tenido un ascenso fulgurante en el escalafón, pasando en sólo seis años de ser obispo de Jaca y Huesca a nada menos que arzobispo de Oviedo

Benedicto XVI es su Papa, los principios innegociables, su programa, y Covadonga, lugar identitario

El Foro Gaspar García Laviana, la única voz disidente, deja en evidencia su complicidad con la política conservadora: "Actúa más como un político conservador que como obispo de todos los asturianos"

Benedicto XVI es su Papa, los principios innegociables, su programa, y Covadonga, lugar identitario

Detalles significativos y que pintan a las claras que, en el reinado de Jesús Sanz, la ideología y la fe van de la mano...derecha

Todo obispo que se precie moldea a su diócesis (o lo intenta) a su imagen y semejanza. Al menos, en lo externo. Sobre todo, si está pagado de sí mismo y se cree el único centro de la vida eclesial, que suele ser demasiado habitual. Porque los hay (y muchos) que, en contra de lo que les pide el Papa Francisco, sólo saben ir por delante del pueblo santo de Dios; nunca por detrás ni en el medio. Desde que llegó a Oviedo en 2009, Jesús Sanz Montes intentó imponer su agenda socio-religiosa, asi como su manera de ser y de hacer Iglesia, desde siempre más cielina que franciscana.

A sus 55 años y de la mano de su 'padrino', el cardenal Rouco Varela, había tenido un ascenso fulgurante en el escalafón, pasando en sólo seis años de ser obispo de Jaca y Huesca a nada menos que arzobispo de Oviedo. Sabía que se jugaba mucho. Porque la archidiócesis asturiana casi siempre es de 'ascenso' (casos de Tarancón y de Osoro), pero, a veces, también lo es de 'término', como en el caso de Díaz Merchán.

Snaz y Rouco Varela

En Asturias tenía que dar muestras fehacientes de que merecía el título de 'delfín' designado por Rouco para sucederle en Madrid, la archidiócesis de la capital y sede cardenalicia. Y, tanto por eso como porque le salía de dentro, se empleó a fondo en acabar con las veleidades 'rojillas' de Díaz Merchan, el arzobispo amigo de los mineros, y de la orientación centrista y moderada que Carlos Osoro había impreso a la diócesis. La consigna era cierre total y reconquista de la catolicidad de antaño precisamente desde Covadonga, el lugar de partida de la primera reconquista.

Como buen estratega, primero impuso su férrea disciplina internamente. Y mandó a callar al clero díscolo y profético asturiano, siempre encarnado con su pueblo. Y, en poco tiempo, se fue diluyendo cualquier intento de oposición clerical. Sigue resistiendo, impávido, el Foro Gaspar García Laviana, que no se achanta a la hora de señalar el sesgo conservador de su obispo.

“Tenemos que lamentar su mentalidad tan partidariamente politizada. Le rogamos respeto para quienes no pensamos como usted. Queremos decirle que, cuando hace referencia directa o indirectamente a ideas políticas o sociales, con bastante frecuencia se percibe en usted animadversión crítica 'a la izquierda', dando a entender que actúa más como político conservador que como obispo de todos los asturianos”, espetaba a Jesús Sanz.

Sanz y la familia real
Sanz y la familia real

Pero los comunicados del foro de curas progresistas también se fueron espaciando. Por eso, una vez controlado el clero era muy fácil para Sanz imponer su visión pastoral al laicado, siempre sumiso al clericalismo reinante. Con consignas claras y contundentes, que el propio arzobispo se encarga de publicar a los cuatro vientos desde los medios de comunicación: Benedicto XVI es su Papa, los principios innegociables, su programa, y Covadonga, lugar identitario.

Y lo proclama abiertamente. “Cuando la dictadura del relativismo, como decía Benedicto XVI, las ideologías liberticidas y la confusión líquida calculadamente propagada, como afirma Zygmunt Bauman, hacen de la mentira frívola y mediocre el cauce de un ansia de poder que termina en corrupción y violencia”, afirmaba hace un pare de años ante los Reyes de España en el Centenario de la coronación de la Santina.

Y, a continuación, cita a otro de sus referentes: San Juan Pablo II, que durante su visita a Asturias afirmó que “Covadonga es una de las primeras piedras de Europa cuyas raíces cristianas ahondan en una historia y cultura. El Reino cristiano nacido en estas montañas puso en movimiento una manera de vivir y expresar la existencia bajo la inspiración el Evangelio”.

Juan Pablo II en Asturias

Por eso el Prelado proclamó que “hoy la reconquista pasa por otros los retos que nos desafían” como la protección de “la vida en todas sus fases, la familia y su tutela” y que “la educación intervenida o la libertad cercenada se malvenden en una almoneda trucada y abaratada”.

Con las riendas del control interno y externo en sus manos, monseñor Sanz se las prometía felices, pero le pilló con el pié cambiado la llegada de Francisco. Y desde entonces, sabe que está en dique seco, que durante este pontificado no saldrá de Asturias y, en el siguiente, veremos.

Está tan cansado de estar en Asturias que, entre las clases que viene dar a Madrid y los continuos viajes (los curas le llaman el 'besa-aeropuertos'), para muy poco en la diócesis. Y tiene tantas ganas de bajarse a la capital del país que, de la mano de su padrino Rouco, hizo recientemente un intento a través de su opción al arzobispado castrense. Pero ni el Rey ni el Ejército quieren un prelado que les pase por la derecha. Y mucho, menos el Gobierno. Y, como son precisamente el Rey y el Gobierno los que designan al castrense (en un evidente anacronismo histórico), Sanz ha sido vetado.

Y, de perdidos, al río, consciente de que, si alguien le ataca por sus proclamas públicas, las huestes de HazteOir, la sucursal de El Yunque en España, saldrá rauda en su defensa. Quizás por eso, desde hace unos años, Jesús Sanz juega sin filtro. Para muestra un botón no sólo de lo que dice, sino también de lo que hace.

Sanz y las monjas de la casa de Covadonga

La archidiócesis ovetense tiene una Casa diocesana de Ejercicios espirituales de Covadonga, regida por las Hijas de Santa María del Corazón de Jesús, una joven congregación de signo conservador, a las que trajo a Oviedo, en 2014, el arzobispo Sanz, para encomendarles, como ellas misma cuentan en su web, “la casa de espiritualidad que la diócesis tiene en el privilegiado lugar de Covadonga, a los pies de la Santina”.

La comunidad actual cuenta con seis monjas, cuya misión es “acoger a grupos de personas que desean hacer retiros o que vienen a este lugar en peregrinación”.

Y añaden: “Están las puertas abiertas para familias, jóvenes o personas que buscan unos días de mayor trato con el Señor y la Santina, en este bello entorno lleno de paz y tranquilidad”. La casona, antigua y bien acondicionada, cuenta “con 29 habitaciones en su mayoría individuales, con posibilidad de ser dobles, algunas dobles y triples. Con una capacidad total para 54 personas. Tiene capilla propia y distintas salas para reuniones”.

Hasta aquí todo normal, pero con unos cuantos detalles llamativos, que las monjas no especifican en la reseña de la casa de espiritualidad que regentan y que ejemplifican a las claras el tinte conservador del arzobispo reinante. Por ejemplo, en la entrada y como era de esperar, fulge la foto del arzobispo Sanz Montes. En los pasillos, grandes fotos de Juan Pablo II y de Benedicto XVI. En cambio, ni una sola del Papa Francisco, aunque algunas personas que allí se hospedaron aseguran que hay una...en el cuarto de la plancha.

Casa de espiritualidad de Covadonga

Pero, volviendo a la entrada de la casa, lo que más llama la atención es la estatua del Corazón de Jesús, por encima de la cual luce, en letras mayúsculas, este mensaje: “Reinaré en España con más veneración que en otras partes”. Pura ideología al servicio de la fe: España, la preferida de Dios. Más que “otras partes”. ¿Qué partes? ¿China, Cuba, la Venezuela del bolivariano Maduro o, quizás, la malvada Rusia, que sigue pagando su pecado de haber sido comunista? ¿Se lo dijo al arzobispo un ángel o la mismísima Santina?

Evidentemente, son 'detalles', pero detalles significativos y que pintan a las claras que, en el reinado de Jesús Sanz, la ideología y la fe van de la mano...derecha.

Primero, Religión Digital

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