"El dinero endiosado miente, esclaviza y mata" "Aprendiendo a ser Dios. Aprendiendo a ser pan"

Pan
Pan

"'Buenas, papá… ¿Por qué me resulta fácil acercarme a Jesús a través de lo que tú escribes, y me resulta muy complicado, igual casi imposible, verlo en un trozo de pan?'"

"El profeta escribió: 'El injusto tiene el alma hinchada; pero el justo vivirá por su fe'. Y Jesús dijo a los apóstoles: 'Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: Arráncate de raíz y plántate en el mar», y os obedecería'"

"Puede que el lenguaje del profeta, el de Jesús, el de tu misma oración, te parezca propio de un tiempo pasado y de una ignorancia en vías de extinción. Puede que me digas: Contamos los parados a millones, ¡y tú nos hablas de fe!"

"Pues sí, por los parados a millones, por los muertos de hambre, por los esclavos de todas las latitudes, precisamente por ellos quiero hablarte de Dios, de su palabra y de tu fe"

Ella me lo escribió así:

«Buenas, papá… ¿Por qué me resulta fácil acercarme a Jesús a través de lo que tú escribes, y me resulta muy complicado, igual casi imposible, verlo en un trozo de pan? … Al hilo de esta cuestión, ¿por qué a la mayoría de la gente le resulta fácil el tema de la eucaristía, y no lo cuestionan, y a mí me parece algo tremendamente complicado?»

Eso que mi hija llama: “el tema de la eucaristía”, queda así reducido “al tema de la presencia real de Cristo el Señor” en este sacramento.

Boletín gratuito de Religión Digital
QUIERO SUSCRIBIRME

Pero la eucaristía es mucho más que eso: la eucaristía es comunión de Dios -y también nuestra- con los pobres. ¡Y eso sí que es tremendamente complicado!

De la Eucaristía a los pobres, de los pobres a la Eucaristía"

‘Desendiosados’ para servir:

El profeta escribió: “Elinjusto tiene el alma hinchada; pero el justo vivirá por su fe”. Y Jesús dijo a los apóstoles: “Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: «Arráncate de raíz y plántate en el mar», y os obedecería”. Y nosotros hoy oramos diciendo: “Escucharemos tu voz, Señor”.

Puede que el lenguaje del profeta, el de Jesús, el de tu misma oración, te parezca propio de un tiempo pasado y de una ignorancia en vías de extinción. Puede que me digas: _Contamos los parados a millones, ¡y tú nos hablas defe! Contamos por millares a decenas los que mueren de hambre cada día, ¡y tú nos hablas deescuchar la voz del Señor! Hemos perdido la cuenta de las víctimas de la explotación laboral, de la explotación sexual, del tráfico de personas, ¡y tú nos hablas dearrancar morerasy plantarlas en el mar!

Pues sí, por los parados a millones, por los muertos de hambre, por los esclavos de todas las latitudes, precisamente por ellos quiero hablarte de Dios, de su palabra y de tu fe.

Muchos pensaron -piensan aún- que el dinero -sacralizado, adorado y concentrado-, sería el garante de un progreso ilimitado para la humanidad. Lo pensaron y se equivocaron. Prometieron a todos un paraíso, les vendieron un mundo en el que “ningún hombre, mujer o niño se acostaría con hambre”, no sabría decir si pretendieron engañarles, pero sé de cierto que se equivocaron en sus previsiones.

Parados, hambrientos y esclavos no son hijos de la tierra o de la fatalidad, sino que son hechura de un dios llamado dinero. Parados, hambrientos y esclavos son en realidad las víctimas que el dinero necesita para mantenerse erguido en su pedestal.

Consejos prácticos para dejar de ser un esclavo del dinero. - Nicolás  Litvinoff

El dinero endiosado miente, esclaviza y mata.

No así Dios: Su Verbo -su Palabra- se hizo carne solidaria de nuestra carne, se hizo hombre solidario de nuestra condición humana. El Hijo de Dios se hizo pobre por nosotros, para enriquecernos con su pobreza. El Señor de los cielos se hizo siervo de todos, para enseñarnos el camino que lleva a la verdadera grandeza. La Palabra se arrodilló a los pies de los pobres, para curar enfermedades, iluminar oscuridades, expulsar demonios, abrir sepulcros, perdonar pecados, revelar el evangelio del amor y proclamar un jubileo de gracia y misericordia. La Palabrase desendiosó’ –san Pablo diría: “no hizo alarde de su categoría de Dios”-, y, de ese modo, empobrecida, anonadada, solidaria y compasiva, se hizo camino, verdad, vida para todos.

No sé si un día iremos, también como creyentes, a una huelga para defender los derechos de los pobres; pero sé que hoy, en nuestra celebración, vamos a una comunión real con Cristo y con los pobres de la tierra.

Comulgaremos escuchando y comiendo. Y esa comunión hará de cada uno de nosotros un cristo solidario con los demás, un pobre capaz de enriquecer a muchos, un pequeño que ha conocido por gracia el camino de la dicha.

Hoy, escuchando y comiendo, comulgaremos una Palabra que se abaja hasta nosotros, que se pronuncia entre nosotros, que se nos entrega, para que, acogiéndola en la fe, vayamos como ella al encuentro de los excluidos, sirvamos como ella a los desechados al borde del camino, seamos como ella pan para los hambrientos de la tierra y, como ella, nos ‘desendiosemos’ para servir a los últimos.

La eucaristía es sacramento de un Dios “desendiosado”.  Feliz domingo.

EUCARISTÍA – Santisimo Corpus Christi

Volver arriba