Un Santoral Popular Presentación

Presentación
Presentación

Para formar parte de este nuevo Santoral no es preciso ser “santa o santo” reconocidos por Roma, ni tampoco es necesario haber sido mártires. Basta con ser alguien que vivió su fe en Jesús y en la humanidad con radicalidad y sencillez.

El Santoral católico recuerda diariamente a los hombres y mujeres que la Iglesia considera “santos y santas” según su propia normativa elaborada por la Curia vaticana. Lo que finalmente decide que sean declarados santos, es el reconocimiento de milagros entendidos como cosas extraordinarias, sobre todo curaciones. También pondera mucho la lealtad y fidelidad a la Institución eclesial. No parece que la fidelidad al seguimiento histórico de Jesús de Nazaret, sea un criterio relevante porque se busca más lo extraordinario.   

Hay tantos que no caben en los 365 días del año, así que hasta tienen que jerarquizarlos y seleccionar a los santos y beatos de primera, segunda y tercera categoría. Los santos patronos de naciones o los fundadores de Órdenes religiosas poderosas, tienen más “puntaje”.

La mayoría de los declarados oficialmente santos y santas, vivieron hace ya muchos siglos, en contextos socio-culturales muy distantes y distintos de los nuestros. De forma que hoy es difícil de entender que para ser santo o santa, por ejemplo; haya que subirse a una columna para vivir ahí haciendo penitencia, o que un rey, que ha ejercido y abusado del poder feudal, sea declarado “santo”,  menos podrá alguien identificarse en estos tiempos con una persona que, al parecer, nunca hizo el amor, nunca estuvo de fiesta hasta el amanecer, nunca se equivocó en nada, etc...

Si lo que pretende la Iglesia con el Santoral es hacer memoria de aquellos hombres y mujeres que pueden ser puestos como un ejemplo creíble de cómo vivir la fe en el Dios de la Vida manifestado en Jesús por la fuerza del Espíritu, tiene la urgente necesidad de actualizarlo y acercarlo al presente para que sea significativo en el mundo de hoy.

No se trata de eliminar lo que hay, sino de sumar y, sobre todo, de incorporar otra mirada más inclusiva, humilde y radical de lo que significa el seguimiento de Jesús en comunidad al servicio de la transformación de la realidad teniendo como horizonte el Reino de Dios.

En este último sentido, desde hace 30 años la Agenda Latinoamericana viene haciendo un aporte importante con su “Martirologio Latinoamericano”. En él se presentan diariamente las personas que fueron asesinadas por su defensa de la justicia y los Derechos Humanos en nombre de la fe. No todos los que están en ese listado son santos y santas “oficiales”, son mártires venerados por el Pueblo creyente y crucificado.

Dando un paso más queremos hacer una nueva propuesta: construir juntos un Santoral Popular. Para formar parte de este nuevo Santoral no es preciso ser “santa o santo” reconocidos por Roma, ni tampoco es necesario haber sido mártires. Basta con ser alguien que vivió su fe en Jesús y en la humanidad con radicalidad y sencillez. Personas que vivieron un amor incondicional y apasionado por la fraternidad y los descartados del sistema, las víctimas de la injusticia. Los proscritos de todos los poderes que oprimen y someten. Aquellos y aquellas que intentaron proseguir la Causa de Jesús de Nazaret en esta historia desde lo concreto y cotidiano. Personas de carne y hueso que, aún con todos sus defectos y pecados, no dejaron de buscar a los perdidos, cuidaron de los heridos y fueron luz, acogida y consuelo en medio de su pueblo. Personas que, más que admirar, se puedan imitar.

La invitación a construirlo juntos, ya está hecha. Es cuestión de ponernos manos a la obra. Pensemos, por ejemplo, en esas personas cercanas que hemos conocido y que nos gustaría ver en ese nuevo Santoral. En concreto podemos hacer una pequeña reseña donde estén presentes los datos más significativos de sus vidas.

Y, finalmente, la enviamos a la dirección de correo de este Blog (je63he@gmail.com) para que pueda ser incorporada y publicada. ¡Ánimo! Muchos pocos hacen mucho...

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