Ofer Cassif es un diputado comunista israelí, el único judío de los cinco parlamentarios elegidos en la lista Hadash-Taal, una alianza de dos partidos árabes de izquierda. Acaba de ser apartado del Parlamento israelí, por tercera vez desde el 7 de octubre, en particular por denunciar el genocidio que se está cometiendo en Gaza y la limpieza étnica en Cisjordania. 

Para él, no solo Israel es culpable, sino todos los gobiernos que lo están apoyando, por lo que deberían mirarse a la cara. Afirma que la mayoría de los israelíes son indiferentes y hasta niegan la hambruna, por la información sesgada que les llega. El lenguaje de la oposición tampoco describe la realidad de las matanzas, describiendo la situación como “perjuicios” causados a civiles inocentes en Gaza.

Boletín gratuito de Religión Digital
QUIERO SUSCRIBIRME

Afirma que el plan de Israel sobre Gaza es triple: anexionarse los territorios palestinos ocupados sin conceder derechos fundamentales a los palestinos, instaurando, por definición, un régimen de apartheid. Los palestinos que se nieguen a aceptar su destino serán expulsados de su tierra natal. Por último, los palestinos que se resistan al nuevo régimen de apartheid serán asesinados. Hoy vemos que, lamentablemente, eso es lo que está haciendo el Gobierno.

Este diputado israelí, a pesar de ser una voz que clama en el desierto, es un héroe y un valiente por sus afirmaciones, aunque pongan en peligro su vida. Es un defensor encomiable de los palestinos por exigir el final de la guerra contra ellos y establecer una democracia real, no ficticia, en su país. Desde 1967, Israel controla, domina y gobierna a millones de palestinos que no tienen ningún derecho, ni político, ni civil, ni social. Así pues, se ha acercado mucho más a una tiranía que a una democracia, especialmente con respecto a los palestinos. Por lo tanto, es una farsa, un ejemplo clásico de colonialismo y dominación racial.

Ofer se alegra de que en septiembre Francia reconocerá el Estado de Palestina. En julio de 2025, 147 de los 193 Estados miembros de pleno derecho de las Naciones Unidas (el 76,16 %) habían reconocido al Estado de Palestina. Además, la Santa Sede, como Palestina, es un Estado observador de la ONU, también lo ha reconocido.