Tengo tal sed de Dios. Puntos de oración. 23- 7-24

(You tube)

Tengo tal sed de Él que nada me resulta duro con tal de poseerlo.
Jesús ha venido a salvar a los que estaban perdidos./ En ello está el sabor de la misericordia.
Cuando el hombre se halla aniquilado por su pobreza, queda en total dependencia de Dios.
Las mismas faltas, lejos de perjudicar al alma, son de inmenso provecho.
Vuestra flaqueza exponerla sencillamente a Dios, para que se digne bajar a nosotros.
Almas pequeñas, después de vuestras faltas diarias, volved a Él vuestros ojos.
Cuando desconfías de ti y confías en Dios, Él obra en ti maravillas de santificación.

José María Lorenzo Amelibia

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