Enfermo, suplica al Señor la salud y…

Enfermos y Debilidad

Enfermo, suplica al Señor la salud y…

gdgdg

Danos, Señor, tu ayuda en el caminar

Si ahora la gente estuviese convencida de que Jesucristo puede curarnos, acudiría a Él a pedirle con fuerza y fe la salud. Y Jesús ayer y hoy puede sanar nuestro cuerpo y nuestro espíritu. ¡Y sigue dando hoy la sanación! Para salir de una enfermedad hay que acudir ante todo a Dios. Él es quien da la vida. Es el médico por excelencia. Esto que digo no me lo invento. La Biblia así lo enseña en numerosas citas; basta enfrascarse en su lectura.

 Siempre encontramos en el mundo personas que se toman muy en serio acudir a Dios para remedio de los males que nos acechan. Uno de ellos es el psiquiatra francés Philippe Madre. Por supuesto que ni este doctor ni nadie prescinden de las medicinas. Trabaja en la clínica Cardes, regentada por la comunidad de las Bienaventuranzas. Él mismo afirma: “Hay gran diferencia entre aceptar o no el acompañamiento espiritual. En una ocasión atendía a dos chicas jóvenes. Las dos padecían cáncer en su fase terminal. Una de ellas aceptó el acompañamiento espiritual, y la otra no. La primera sintió una inmensa paz y esperanza, su rostro se transformó y aceptó la muerte. La segunda vivía su enfermedad con gran resentimiento. Su expresión era un infierno”. No todos se curan. Pero cuantos se dejan guiar por la ayuda espiritual llevan con serenidad sus padecimientos.

En aquella clínica los miembros sanitarios de la comunidad oran para diagnosticar con exactitud. El doctor Philippe y sus ayudantes hablan con el enfermo. Dan suma importancia a escuchar al paciente y a la oración. Confían. Y el Señor les inspira para que aquella persona consiga dar el paso de la muerte a la vida. Muchos logran la salud. La labor del personal sanitario allí no es tan solo recetar. Hace falta ayudar al paciente a salir de su aislamiento o depresión: que se libere de una personalidad destructiva. 

 Acudir al Señor con peticiones: “Ten compasión de mí, que mis huesos se dislocan. Ven, Señor, y sálvame la vida… estoy ya consumido por tanto sufrimiento; inundo de lágrimas mi lecho” (Del salmo 6). Existían milagros en los tiempos bíblicos y siguen existiendo en nuestros días. En todo caso, nuestro sentimiento cristiano es bien explícito: “Dios se ha inclinado hacia la humanidad doliente para aliviar sus males”. Un amigo me decía: “Muchos prescinden de la fe en su existencia. Ellos se lo pierden. Lo siento”.  Pero no basta con este criterio. Hemos de echar un cable para que estos hijos pródigos vuelvan al hogar del Padre.

José María Lorenzo Amelibia 

Mis referentes

Mis libros www.amazon.es/s?k=jose+maria+lorenzo+amelibia&crid=3PD8ND9URFL8D&sprefix=%2Caps%2C88&ref=nb_sb_ss_recent_1_0_recent

Mis breves Conferencias:Reflexiones sobre enfermos y debilidadhttps://www.ivoox.com/podcast-reflexiones-sobre-debilidad-enfermos-ancianos_sq_f12362122_1.html

Mi correo es

josemarilorenzo092@gmail.com 

Mi blog:                         

https://www.religiondigital.org/secularizados-_mistica_y_obispos/

Mi cuenta en Twitter: https://twitter.com/JosemariLorenz2

En Facebook:

https://www.facebook.com/josemari.lorenzoamelibia.3

Volver arriba