El Espíritu Santo nos va poco a poco elevando.

Espiritualidad

El Espíritu Santo nos va poco a poco elevando.

elev

El Espíritu Santo nos va ofreciendo la misma fisonomía espiritual que a Jesús. No sé si yo reparo en esto en los momentos rutinarios de la vida. Y es preciso que lo haga. Tal vez tú lo vivas más a tope. Por el Espíritu Santo somos hijos de Dios, injertados en el Único Hijo. Y poco a poco se va despertando en nosotros una especie de instinto sagrado de relacionarnos en nuestra vida con el Señor. Estas vivencias espirituales hemos de llevarlas también a las personas próximas a nosotros sea por la causa que sea.

¡Qué maravilla ser templo del Espíritu Santo! El va poco a poco santificando nuestras almas. Es como la penetración de su naturaleza en la nuestra. Nuestra santificación no es algo propio nuestro; es asimilada de Dios, absorbida. Pero no somos mendigos; nuestra pobreza también está absorbida por Dios. Somos, sí, enfermos, pero El ha asumido nuestra enfermedad, lo mismo que asumió nuestra pobreza. En algún sentido, pues, nos podemos considerar pobres y enfermos. En otro no.

Cada vez es mayor mi esperanza. En cosas de esta vida no puedo esperar demasiado. Hay gente jugadora semanal de lotería. Esperan algo de la suerte. Todos participan con esa ilusión. Pero ¿cuánto tiempo van a disfrutar de ese dinero que no les va a llegar?

Lo grande es pensar que no nos pertenecemos a nosotros mismos. Le pertenecemos a Dios, porque somos su Casa, su Templo. "Si alguno me ama guardará mi palabra!" Me gusta repetir: "...llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor". El fuego. Es el único elemento que consume y transforma en sí mismo.

Dios Padre, Hijo, Espíritu Santo, se han dignado asociarnos de alguna manera a su divinidad. Colocan su morada en mí; permanecen igualmente en ti mientras estemos en gracia santificante. Y si la hubiésemos perdido, precisamente con el acto de amor a Dios, volvemos a su amistad.

¡Qué maravilla del amor de Dios! El misterio más incomprensible para nosotros se ha convertido en el más familiar. En el más íntimo. Este Dios grande de la Naturaleza, el Creador, habita dentro de mí, dentro de ti. ¡Qué grato resulta adentrarse en pleno recogimiento varias veces al día para, contemplar de hora en hora esta obra más grande que las montañas más altas!!

Toda nuestra vida espiritual puede estar centrada del todo en la Trinidad y en la Eucaristía, como realización más íntima aún de esa Trinidad para los hombres. Día y noche en el sagrario; día y noche en el templo de nuestra alma.

Merece la pena servirnos de todas las nemotecnias posibles; entregar horas a la oración y lectura de cosas santas muchos ratos, para que esta lamparilla viviente no se apegue en nosotros.

José María Lorenzo Amelibia  

Si quieres escribirme hazlo a: josemarilorenzo092@gmail.com  

Mi blog: https://www.religiondigital.org/secularizados-_mistica_y_obispos/       

Puedes solicitar mi amistad en Facebook https://www.facebook.com/josemari.lorenzoamelibia.                                           Mi cuenta en Twitter: @JosemariLorenz2

Volver arriba