LA LEY DEL CELIBATO PARECE INJUSTIFICABLE. Contra todo pronóstico, seguirá existiendo.

Benedicto y...

Debe ser rechazada tanto con relación al clero alto como al clero bajo.

A lo largo de la Historia ha costado mucho imponer la ley del celibato a los clérigos, pero está costando mucho más rechazarla, abolirla o simplemente cambiarla. Teníamos la esperanza de que el papa Francisco la aboliera; él mismo dijo que tenía en su agenda el problema del celebato opcional sacerdotal. Pero sucedió lo inesperado.

Fue a raíz de la canonización del papa Paulo VI. Recuerdo que nuestra asociación de sacerdotes casados de España ASCE puso su veto u objeción contra esta canonización; se nos acusó recibo, pero… salió santo, a pesar de lo que decía en la “Coelibatus sacerdotalis” que nos sentó muy mal e incluso nos pareció un insulto a todo el colectivo. Reconconocieron, sí, que tratarnos de “desgraciados”, en lengua española supone un insulto. Pero, claro, creyeron que en la latín, “miseri” no era tan grave. Salió santo, aunque no de nuestra devoción, claro.

El caso es que Francisco, entró en escrúpulos y dijo más o menos esta frase: “Paulo VI afirmó que no quisiera morir habiendo sido responsable de la supresión del celibato sacerdotal; yo tampoco quiero morir siendo responsable de ello”. Con estas palabras nos parece que ha vuelto a dar el cerrojazo al celibato opcional. Es verdad que parecía que con el Sínodo de la Amazonia se iban a ordenar a hombres casados de sacerdotes. Esperábamos que sí y pronto. Y ha ocurrido un nuevo cerrojazo. Pero quedarán los clérigos de carrera con dos palmos de narices y tendrán que pedir la dispensa para casarse. Tal vez una vez casados, después de cinco o diez años de matrimonio se les vuelva a readmitir.

Existe una mayoría de obispos que se muestran poco conformes con la ley del celibato. Suele silenciarse su voz, pero existe. Por otra parte, desde que Paulo VI asumió para sí la cuestión del celibato, la postura oficial de la Iglesia no es de diálogo sobre el tema. Ya lo hemos dicho.

No nos es posible descender a todos los testimonios y razones contrarios a la ley celibataria, habríamos de llenar muchos libros, pero al menos toquemos algunos como botón de muestra. Y hablamos de finales del siglo XX o comienzos del XXI.

Antillas: Se sienten movidos a la ordenación de casados; no sólo por la penuria de sacerdotes, sino también por el valor y el significado que supone este sacramento: indica que no sólo el célibe es elegido para el Reino.

Alfrink cardenal. "Aunque hay que reconocer que el celibato conviene al sacerdote, el estado matrimonial no repugna al estado sacerdotal."

Patriarca Meouchi: "En ningún lugar de la Escritura ni en la Tradición se encuentra que la relación entre sacerdocio y celibato sea tan estrecha como para llegar a excluir en la Iglesia del servicio del Altar al hombre que quisiera casarse."

Conferencia De Alto Volta. Monseñor Yougbare Y Níger: "Que el Sínodo considere favorable la posibilidad de admitir al sacerdocio hombres casados. Esto será un complemento. No una negación.

Más razones contra el celibato

1.- Cristo no ha hecho condición para el sacerdocio.

2.- La Iglesia hasta el siglo X tuvo sacerdotes casados.

3.- Cuadro cultural pasado.

4.- Implica cierto desprecio al matrimonio.

5.- Atrofia la afectividad y seca el corazón.

6.- Mucho riesgo de llevar al egoísmo. A veces cierta soberbia celibataria.

7.- El celibato es cosa de muy pocos y no tiene por qué ir unido al sacerdocio.

Las razones son muchas más y evidentes. Pero… lo que se necesita es dialogar, abrir los ojos, mirar… porque la ley del celibato sacerdotal es y ha sido una carga insoportable para la mayor parte de los clérigos. Eso sí, hemos conocido sacerdotes para quienes la virginidad ha sido amor, entrega, consagración, liberación y santidad. Para aquellos a quienes se les ha concedido este don. Una minoría.

José María Lorenzo Amelibia

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