¿Miedo a la muerte?

Enfermos y Debilidad

¿Miedo a la muerte?

muerte mie

¿Miedo a la muerte?

¿Miedo a la muerte? La mayoría de las personas la teme y mucho. Tanto que prefiere no pensar en ella; y cuando un ser querido ha de traspasar la frontera de este mundo, prefiere mantenerlo engañado. Si es posible – piensan – que marche de aquí sin advertirlo. Yo no sé por qué la mentalidad de hoy es tan extremista. Pienso que hemos de mirarlo con mayor serenidad. Entre otras cosas porque nadie se va a quedar para siempre en la tierra. Nuestro destino final es la eternidad feliz con Dios, a no ser que alguien por su contumacia lo rechace. Vamos a considerar un poco el Cielo, aquí, primero. Porque incluso en esta vida podemos en ocasiones vislumbrar algo del más allá.

Teresa de Jesús decía: Allá los del mundo con sus riquezas y sus poderes; el gozo que recibe un alma a quien el Señor llega con su favor, no tiene comparación con nada: ni con mil años del placer de riquezas o poderíos. San Pablo en la 2 Cor. asegura, cuando intenta describir algo que el Señor le dio a gustar: “Ni ojo vio, ni oído oyó, ni se le puede ocurrir a un hombre qué cosas tiene Dios preparadas para aquellos que le aman”. A los santos les comunica de alguna manera las cosas más altas de su divinidad. Son inspiraciones y luces de Dios al alma. Quien recibe estos favores los aprecia por encima de todos los tesoros de la Tierra. Ni siquiera encuentran palabras para contarlo. Es una especie de felicidad celestial en este mundo, al conocer y gozar algo de Dios; y es mayor o menor el gozo; proporcionado a la luz recibida.

 Una vez percibí un atisbo de cómo Dios puede hacer feliz a una persona. Me encontraba practicando un rato de oración muy tranquilo, mi atención a lo divino era total; lo percibía como en abstracto, con mucha paz. Alguien entró en mi habitación y lo advertí, pero no se desvaneció mi atención, a pesar de haber escuchado la voz de quien penetraba en mi estancia, y decía: “Está dormido”, y cerró la puerta. Cuando terminé la oración me fijé que había pasado más de una hora. Y no estuve dormido; creo que en toda mi vida nunca he permanecido más atento. No presumo de místico, pero agradezco a Dios esta señal para poder intuir un poco cómo será el Cielo.

         Dios se puede comunicar con las almas. Lo puede todo, por supuesto. Es inmenso el placer que causa la noticia del Señor cuando premia a quienes se le entregan. A lo largo de mi vida me ha tocado ayudar y orientar a muchas personas. Recuerdo ahora el caso de una religiosa: le había costado mucho perdonar del todo una mala faena sufrida, y su clemencia fue completa. Días más tarde su paz fue tan grande que ella misma no se la podía explicar. Era algo como noticias del mismo Dios y el placer de todo lo divino.

 ¿Miedo a la muerte? Creo que no procede para quien cree y procura amar al Señor y se esfuerza en cumplir su voluntad. Si en la Tierra de vez en cuando disfrutamos gozos de Cielo, que luego desaparecen, pero jamás los olvidamos, ¿qué será el Cielo adonde Dios nos destina por su misericordia, y para siempre? Así que ¡a perseverar en el bien sin tanto miedo a la muerte!

José María Lorenzo Amelibia

Si quieres escribirme hazlo a: josemarilorenzo092@gmail.com

             Mi blog: https://www.religiondigital.org/secularizados-_mistica_y_obispos/

Puedes solicitar mi amistad en Facebook https://www.facebook.com/josemari.lorenzoamelibia.3                                          Mi cuenta en Twitter: @JosemariLorenz2

Volver arriba