1.- Misericordia, Dios mío, que me hostigan, me atacan y me acosan todos el día. S. 55).

2.- Haz, Señor, abandonando nuestra vida caduca, fruto del pecado, nos preparemos como hombres nuevos a tomar parte en la gloria de tu Reino.

3.- Yo soy la luz del mundo - dice el Señor

4-. El que me sigue no anda en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.

5.- Te pedimos, Señor, que estos sacramentos que nos fortalecen sean siempre para nosotros fuente de perdón y, siguiendo las huellas de Cristo, nos lleven a Ti que eres nuestra vida