Obispos majos cuando son nombrados.... ¿Después de varios años? ¿Seguirá comiendo sugus?

Crítica Constructiva

Obispos majos

Me alegré mucho. Han hecho arzobispo de un dicasterio romano a un hombre a quien conocí hace muchos años en una visita muy curiosa. Marché con un amigo a visitarle porque – decían – tenía un cargo administrativo en un dicasterio romano, y podía dar un consejo a mi compañero en relación con una causa pendiente.

No se trata de ninguno de la foto...


Entonces era una chaval majo, cordial, diplomático y se le veía sincero. No sobrepasaría los treinta años. Pulcro en su vestido, bien entirillado, sonriente y acogedor. Lo encontramos comiendo caramelos sugus; cuando terminaba uno, de inmediato tomaba el siguiente.

En la hora escasa que con él permanecimos dio cuenta de más de media docena. Por cierto, nos invitaba a aquel sencillo festín, pero nosotros, mayores que él, no aceptamos. Estaban en fiestas en el pueblo de sus padres y nos despidió porque había de acudir a la procesión y después a Misa. No nos solucionó el problema, pero su orientación fue clara y precisa.

Había yo olvidado su rostro, aunque no su nombre. Y cuando me enteré hace algo más de un año de que había ascendido al segundo puesto de a bordo en un dicasterio romano, me alegré. Pero a la vez me entró un cierto temor. ¿Seguirá tan majo aquel chaval , ahora que viste ya los capisayos de colorines; tan amable, sencillo, rocero y confidente como entonces?

Porque es necesario que nuestros obispos, al subir a la sede no se crean de una estirpe o clase distinta a su anterior estatus: son los mismos. Y nunca deben olvidar los días en que comían delante de sus invitados caramelos sugus, jugaban una partida al mus con los de su pueblo. Que sus mitras y báculos no se les suban a la cabeza, porque “eres polvo y al polvo has de volver”. Y estamos cansados de ver cambiar a nuestros compañeros obispos; les parece a muchos de ellos que son una casta aparte. Y no es así.
Porque cuanto más subas en dignidad, más has de bajarte para tratar a todos. ¡A comer con ellos caramelos sugus!

¡Lástima que no haya podido contactar con aquel chaval tan majo, hoy arzobispo! Le sigo muy de lejos, apenas sé de él más que su talante tremendamente conservador. No da que hablar ni por bien ni por mal... Me temo que hay dejado sus caramelos sugus, su talante tan majo... no sé, no sé... lo veo demasiado suyo...

Y tú, querido compañero antiguo, aunque no creo que me leas, pero por si acaso te lo pido en nombre de nuestra identidad común: no te subas a la parra ni te creas casta aparte, sigue con los sugus…

José María Lorenzo Amelibia
Si quieres escribirme hazlo a: josemarilorenzo092@gmail.com
Mi blog: https://www.religiondigital.org/secularizados-_mistica_y_obispos/Puedes solicitar mi amistad en Facebook https://www.facebook.com/josemari.lorenzoamelibia.3 Mi cuenta en Twitter: @JosemariLorenz2

Volver arriba