PAGAR CON AMOR AL AMOR DE DIOS

 Espiritualidad

PAGAR CON AMOR AL AMOR DE DIOS

paggar cn amor

Amar a Dios no es difícil; tampoco es fácil. Es una especie de ciencia práctica. Comenzó en mí el amor de Dios desde muy pequeño. Mi madre me ayudó; después varios sacerdotes, maestros y catequistas. Siempre, desde luego, ha sido El quien me ha impulsado. Es una experiencia maestra y soberana. Los errores y caídas sirven de lección para después recomenzar con mayor humildad. Por eso la ciencia del amor es una ciencia de humildad.

Una vez iniciado el amor de Dios, todo lo demás es ir siguiéndole al El en su llamada continua. El gran obstáculo es la comodidad, el ansia de disfrutar de todo. Por eso mi caminar es lento. Por lo demás, todo nos va llamando hacia el amor de Dios. La naturaleza y los buenos libros de escritores sobre su experiencia religiosa, el Sagrario, son principales fuentes.

A veces cien líneas pasan sin dejar rastro. Pero después una línea nos abisma dentro del corazón del Padre.

Ahora me voy dando cuenta de la verdadera devoción. Es la consagración de nuestra vida entera a El; es una expresión continua de amor. Permanecer en contacto con Dios durante las horas del día. Es el obsequio de todo nuestro ser al Señor. ¡Honrar, servir al Hijo de Dios en sí mismo y en nuestros prójimos!

Corresponder al amor creado de Jesús, que es una manifestación de su amor eterno. ¡Jesús: ¡Océano vivo de amor y Horno Ardiente de Caridad! Para que nuestro amor y devoción a Dios sean enteros hemos de procurar lo afectivo y lo efectivo. Procurar que vibre nuestra alma. Como la esposa enamorada. Que se encienda nuestro corazón. Los santos van aumentando de día en día su amor total, su afecto hacia Dios. Esto les estimula. Es su razón de vivir. Y para aumentar en este amor, hemos de pasar muchas horas en oración.

¡Qué gozada debe ser contemplar a Dios, qué regalo! Sólo podremos hacerlo del todo en la eternidad. En este mundo ni tiempo tendríamos. Como hombres podremos entender mejor a Dios en Jesucristo. Penetrar en el misterio y beber como en limpia fuente la misma vida de Dios. Pero estamos aquí y ahora. Vamos a prepararnos. Vamos a soñar en esta sublime ventura. Vamos a dedicar todos los días un rato a la oración. Porque "todos corren en el estadio, pero uno recoge la victoria". La vida de piedad es esencial. No basta con la acción. Hay que llenarse por dentro de esta piedad auténtica.

Y vamos a mostrarnos agradecidos a Aquel dador de la vida y de toda la existencia. La verdadera piedad se ha de fundar ante todo en el cumplimiento de la ley de Dios y en el amor al prójimo. Jamás descuidar nuestros deberes profesionales. Y fundarla sobre todo en el Evangelio. Mientras vivimos en este mundo son incesantes los llamamientos de Dios hacia una verdadera piedad. Muchos se endurecen a las llamadas de Dios; se hacen el sordo; se entretienen en otras cosas. Vamos nosotros a prestarles oído atento. No quedemos abandonados a nuestra ceguedad, y algún día dejemos de oír la voz del Señor. Eso sería trágico.

José María Lorenzo Amelibia  

Si quieres escribirme hazlo a: josemarilorenzo092@gmail.com  

Mi blog: https://www.religiondigital.org/secularizados-_mistica_y_obispos/       

Puedes solicitar mi amistad en Facebook https://www.facebook.com/josemari.lorenzoamelibia.                                           Mi cuenta en Twitter: @JosemariLorenz2

Volver arriba