Parecía que sí, pero no llegó la revisión del celibato

Celibato...

A medio plazo, llegaremos al celibato opcional del clero, pero no es inminente el cambio de la ley. No creamos que el Papa Francisco lo vaya a hacer, aunque rija la Iglesia más de diez años. Lo bueno es que se ha levantado el tabú sobre el tema.

Espero que cambie la legislación. Entre otros beneficios aumentarían las vocaciones al sacerdocio y disminuirían mucho la serie de escándalos que cada vez son más notorios en el clero. Muchos querrán rebatir este principio, pero, entre los diáconos casados apenas se dan escándalos de tipo sexual.

 ¿Cómo podría ser el cambio? Pienso que, de un plumazo, imposible. Alguien afirmaba que Juan XXIII intentó suprimirlo y se opusieron los cardenales. No lo sé. Pero la prudencia exige, a mi juicio, ir por pasos. El primero ya se ha dado: se ha admitido como sacerdotes casados a pastores anglicanos conversos. Son relativamente numerosos. Lo segundo pensamos que será: ofrecer a los diáconos permanentes que lo deseen ser ordenados sacerdotes para aquel mismo lugar donde ejercen su diaconía. Este paso será muy importante. Y en muchas diócesis se está esperando llegue cuanto antes.

El papa Francisco, en sus tiempos de cardenal, sugirió la posibilidad de ordenar sacerdotes a hombres casados y bien preparados, en aquellas regiones donde el celibato no está muy bien visto: por ejemplo ¿en el mundo negro? Y, según me informan últimamente ya ha llegado, aunque bajo un silencio absoluto. Ha permitido que las conferencias episcopales de cada nación den el visto bueno, cuando lo vean conveniente a esta posibilidad.

Vendrá después la readmisión de los sacerdotes casados que sigan conservando su vocación y deseen el ejercicio del ministerio. Pero aun después de esta gran novedad, no existirá en el clero el celibato opcional. Y es necesario fomentar el celibato entre los sacerdotes: les da mayor libertad de acción, son mejor testimonio del Reino de los Cielos y es una manera de evangelizar óptima, con plena entrega al Reino.

Teniendo esto en cuenta ¿es posible dentro del clero actual, el que se ha comprometido al celibato, poder optar por el matrimonio? Sí. Pero habría que exigir al interesado que, durante un tiempo, más o menos largo, interrumpa su ministerio; busque un trabajo civil, comience su nueva vida matrimonial, y se reintegre después cuando lo desee. El sacerdote casado no puede ser clerical, ha de ser del todo seglar, con su propia profesión, con recursos para sacar adelante su familia.

El celibato, por supuesto, habría de ser para los obispos. Pero siempre con las puertas abiertas. De tal manera que, si quería un obispo casarse, habría de dar los pasos que hemos dicho en el párrafo anterior. Y después de unos años, si lo deseaba, volver al ministerio, no ya como obispo sino como párroco u otro ministerio sacerdotal distinto del episcopado.

Estas ideas las he madurado durante largo tiempo. Tienen el marchamo de mi vocación sacerdotal y el de mi larga vida y observación de la realidad. Espero lo tengan en cuenta los dirigentes eclesiales.

            A lo largo de mi existencia me ha tocado ayudar a muchos sacerdotes con problemas de celibato: unos han optado por vivir en santidad con una resolución perfecta; otros, se han secularizado honradamente. No hace mucho me ha tocado el caso de uno que ha optado por cambiarse a cristiano ortodoxo; para mí una solución mala porque es abandonar nuestra Iglesia católica.  Algunos siguen una "doble vida"; malo bajo todos los conceptos. Urge por comenzar a revisar la legislación celibataria.

José María Lorenzo Amelibia                                         Si quieres escribirme hazlo a: josemarilorenzo092@gmail.com              Mi blog: https://www.religiondigital.org/secularizados-_mistica_y_obispos/  Puedes solicitar mi amistad en Facebook https://www.facebook.com/josemari.lorenzoamelibia.3                                          Mi cuenta en Twitter: @JosemariLorenz2