Pereza lectora ¿Enfermedad?

Enfermos y debilidad

Pereza lectora ¿Enfermedad?

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¿Y leer, qué?

 Una de las grandes debilidades del hombre es la pereza para leer. Muchos se contentan con mirar en el periódico la letra gorda, y aquí se acaba todo su afán de renovación cultural y espiritual. Eso sí, la televisión consume sus horas de ocio al compás del reloj que en su cuarto de estar da las horas.

Un compañero mío de estudios terminó la carrera a trancas y barrancas, pero después de muchos años no había concluido ni siquiera la lectura de un libro. Se contentaba con ver las esquelas del periódico y poco más. Cuando una persona de carrera abandona el espíritu de superación, en poco tiempo incluso reduce su capacidad intelectual. Conozco, por el contrario, hombres de campo que progresan día a día en su afán lector, y pueden codearse en conocimientos con cualquier persona de estudios universitarios.

 Leía en San Atanasio una frase que copié y la tengo junto a mí para recordarme algo importante: “No veréis a nadie que se esfuerce realmente por su avance, y que no se entregue a la lectura espiritual”. ¡Oh la lectura espiritual! Si son pocos los que dedican una hora diaria al cultivo intelectual, menos aún quienes gustan de sumergir su espíritu en el repaso de libros santos. El hecho de ser asiduo en este ejercicio cotidiano garantiza la alegría de la fe, la constancia en la oración y da vida al trabajo apostólico. Contemplar las obras de personas santas a lo largo de los siglos estimula y anima para seguir de cerca al Señor.

 Anemia espiritual: más perniciosa que la corporal, porque de manera imperceptible nos va llevando poco a poco al nivel de los animales. Es necesario dedicar todos los días un tiempo a este menester. ¿Estás muy ocupado? Pero nunca olvidas tu aseo personal; así, jamás omitirás unos minutos de lectura piadosa. Existen también libros para quienes disponen de poco tiempo; libros sencillos, de párrafo corto, de pensamiento escueto pero profundo. Haz hoy el propósito de cultivarte más. En menos de cinco minutos has leído estas líneas. Para comenzar, puedes mirar cada día uno de estos artículos que para ti he escrito. Cuando vayas tomando gusto a la cosa, aumenta tu ración con manjares más profundos.

  • José María Lorenzo Amelibia                                        
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  • Mi blog: https://www.religiondigital.org/secularizados-_mistica_y_obispos/
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