Prevenir el mal obrar

Enfermos y debilidad

Prevenir el mal obrar

prevenir

 Lamentamos los malos hábitos de adolescentes y jóvenes, y no nos damos cuenta de la importancia de prevenirlos. Merecen nuestros menores toda atención, afecto y custodia preventiva. Merecen el antídoto; el medio protector para no incurrir en vicios o faltas; y eso está en nuestras manos de personas mayores, padres y educadores.

 Chicos y chicas están cayendo en el alcohol, tabaquismo y otros hábitos nocivos. Y hemos de saber todos que los progenitores son un espejo en el que se miran, y que nuestra conducta influye de modo determinante en los menores.

 La Fundación Kovacs, en unión con otras instituciones, ha promovido una encuesta entre más de cuatro mil adolescentes y siete mil padres. Los resultados han sido muy significativos: “El bajo nivel socio cultural de los padres se relaciona con un mayor riesgo de que los hijos consuman tabaco y alcohol, tengan peor rendimiento académico, vean más televisión y no hagan deporte.”

 También se ha demostrado en este estudio que la madre disfruta de un mayor peso específico en la familia: “Sus hábitos influyen más. Mientras que el padre beba alcohol, apenas ejerce influencia, el que lo haga la madre, dobla el riesgo de que los adolescentes beban, muy especialmente las chicas”. También se refleja en este estudio que “los hábitos nocivos de los progenitores influyen mucho más en los niños que el hecho de que éstos estudien en un centro público, privado o concertado”.

“Los padres tenemos que seguir siendo padres – dice la misma fuente informativa -; no podemos ser amigos”. Yo diría que amigos, sí, pero no meros amigos. Poco a poco llegará una verdadera amistad entre padres e hijos, cuando éstos superen ya la adolescencia. Pero esta amistad hemos de merecerla.

 Somos muy exigentes a la hora de elegir un centro educativo; y es buena esta pretensión; pero hemos de poner de nuestra parte los mayores una ejemplaridad exquisita y sincera. Somos el espejo donde ellos – aunque con disimulo – se miran. Y a la larga disfrutamos de los hijos y educandos que nos hemos ganado a pulso, buenos o malos, aunque pueda haber excepciones a esta regla.

José María Lorenzo Amelibia
Si quieres escribirme hazlo a: 
josemarilorenzo092@gmail.com
Mi blog: 
https://www.religiondigital.org/secularizados-_mistica_y_obispos/ Puedes solicitar mi amistad en Facebook pidiendo mi nombre Josemari Lorenzo Amelibia
Mi cuenta en Twitter: @JosemariLorenz2

Volver arriba