Seamos coherentes con el dogma Problema viejo: los 100,000 sacerdotes excluidos del ministerio

 Crítica Constructiva.

Asociación de Sacerdotes Casados de España ASCE

Informa ASCE

jerarcas

    Problema muy viejo: más de 100.000 sacerdotes salimos en el siglo XX para contraer matrimonio, prácticamente fuimos expulsados porque hasta se nos obligó a exiliarnos y ni siquiera se nos ha permitido participar en ninguna concelebración aunque sea para demostrar que el sacerdocio  imprime carácter. Nada. Se nos prohibía incluso ayudar a misa y hacer las lecturas.

          Así escribíamos a todos los obispos de España al final de la década de los 80:

De nuevo acudo a usted en nombre de la Asociación de "Sacerdotes Casados de España" (ASCE) que procuramos seguir fieles al sacramento que un día recibimos e imprimió carácter en nuestras almas.

          Ofrecemos al Señor nuestros sacerdocios con gozo cada día en la oración; procuramos vivir cada vez más a fondo nuestra vida interior e intentamos dar testimonio de Cristo en nuestro trabajo y en nuestra familia. Aspiramos a la santidad para dar más gloria a Dios. Este es nuestro ideal como Asociación y ésta procuramos que vaya siendo la realidad.

Con profunda fe acudimos a los obispos de España; y a Vd. En concreto ahora, porque el problema teológico nuestro sigue sin resolverse. Existe en nuestro caso concreto una incoherencia dogmática: somos sacerdotes; recibimos un sacramento que imprime carácter, y se nos prohíbe el total ejercicio de este sacerdocio en virtud de un artículo del Derecho Canónico. Y lo cierto es que el Derecho debe adecuarse a la Teología, y no la Teología al Derecho.  Usted sabe, mejor que yo, que a lo largo de la Historia ha habido en la Iglesia diversas disposiciones disciplinares en desacuerdo con la Teología.  El caso nuestro es uno de los últimos.

Los años pasan con rapidez. Y pensamos que este problema está igual que el primer día. Nuestra generación debiera solucionarlo.

          Más de la mitad de los miembros de ASCE ya muerto, otros se encuentran próximos: somos muy ancianos. Bastantes de nuestros compañeros han llevado una vida sacerdotal ejemplar, cumpliendo, eso sí, las ordenanzas poco equitativas que nos impusieron en el vergonzoso rescripto de secularización. Algunos han muerto como santos, pero nadie se preocupa de ello.

          Han pedido perdón los papas por Galileo, pero por los galileos de ahora pedirán perdón de aquí dos siglos. Queridos jerarcas: daos cuenta cuanto antes de vuestros errores prácticos. Sois infalibles en vuestras definiciones dogmáticas, pero de vez en cuando… la ortopraxis cae por los suelos, como en el caso de los 100.000 sacerdotes que salimos en el siglo XX y no se ha reconocido nuestro sacerdocio. Ni siquiera en afán de reconciliación se nos ha permitido participar en una concelebración de Jueves Santo. Pienso que ni siquiera a los pederastas se les debe arrojar; algo habría que hacer para regenerarlos. Pero es que nosotros no hemos cometido delitos: hemos pedido permiso para casarnos y recibir el séptimo sacramento.

¿Puede ser malo un sacramento? “Nullo modo”.

José María Lorenzo Amelibia                                         Si quieres escribirme hazlo a: josemarilorenzo092@gmail.com              Mi blog: https://www.religiondigital.org/secularizados-_mistica_y_obispos/  Puedes solicitar mi amistad en Facebook pidiendo mi nombre Josemari  Lorenzo Amelibia                                                                                   Mi cuenta en Twitter: @JosemariLorenz2

Volver arriba