Salvar almas, misión episcopal

Para los obispos

  • Salvar almas

Nuestro Salvador "quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad" (1 Tm 2, 4-6). Esta, y no otra, es la finalidad de la Iglesia: la salvación de las almas, una a una. Por eso envió el Padre a su Hijo, y "como el Padre me envió, también yo os envío", se dice en el evangelio según san Juan (Jn20, 21).

Sed salvadores


De aquí, el mandato de evangelizar: "Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo" (Mt 28, 19-20).


Benedicto 

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