Estas meditaciones hazlas sin ansia de pasar adelante. Normalmente cada punto breve está separado por un número. Es una señal discrecional de parada. Cuando piensas que te has agotado en afectos, discursos o contemplación pasa al punto siguiente. Lo mismo haz si no te dice nada la frase leída. Siempre has de comenzar la oración cortando con suavidad los pensamientos ajenos, y centrándote en el Señor. Al finalizar termina siempre con un coloquio con la Virgen María y con Jesús, su Hijo, Dios y hombre verdadero.

1.- "No ruego solo por éstos, sino también por aquellos que por medio de su palabra creerán en mí... " Sentirme en la mente de Jesucristo de lleno.

2.- Me encuentro nominalmente en el pensamiento de Jesús; me siento en ella con miles y miles de personas que hemos recibido el mensaje del Señor.

3.- Me siento inscrito en el libro de la vida desde antes de la creación del mundo para que fuéramos santos e irreprochables.

4.- Presentes en la humanidad de Jesús; ruega por nosotros por los que a través de la palabra nos hemos llegado al conocimiento de la verdad.

5.- Ser capaz de percibir qué supone que Dios haya infundido su espíritu en nuestro corazón de manera que podamos amar.