"Sin enfrentarnos con la iglesia- institución podemos SER - ESTAR SENTIRNOS - COMPROMETERNOS "en y con" la Iglesia Pueblo de Dios, teniendo en cuenta que no hay dos iglesias, sino una sola: la Iglesia de Cristo.

Desde mi celda

Y en ELLA, siempre hay algo que hacer, porque la caridad es exigente y su ejercicio lo tenemos constantemente a nuestro alcance: hay muchas rendijas por donde pasar, y muchos huecos que reclaman a gritos nuestra presencia y asistencia.

Creo sinceramente que debemos ser testimonios fieles y netamente cristianos sobre todo para los que preguntan y no hallan respuesta, y, a menudo, podemos llegar a ser, ¿por qué no? "voz de los sin voz"... Y, cuando - por nuestra pobreza- no tenemos a mano ninguna respuesta, podemos y debemos hacérnosla también nosotros, acompañando a los que se preguntan desde el dolor...

Yo me he sentido más cerca de Dios cuando he compartido horas de angustia con los enfermos, accidentados, deficientes y ancianos medio abandonados. Y ahondo en mi fe cuando, con ellos, me pregunto el porqué del dolor, del abandono, y no encuentro otra respuesta que la del crucifijo...

Porque, aunque sea cierto que Dios es el Dios del gozo que alegra nuestra vida, también lo es que donde lo podemos encontrar con más seguridad es en los hermanos: "cuantas veces hicisteis esto con uno de estos hermanos menores, a mí me lo hicisteis." (Mt. 25, 40).
Yo continuamente doy gracias a Dios porque en su providencia me ha conducido hacia el "verdadero sacerdocio" en mi condición de casado.

Me encanta por ejemplo leer (1 Cor 4, 1-13) "Es preciso que los hombres vean en nosotros a los ministros de Cristo y a los administradores de los misterios de Dios..." Es decir, que no es necesario presidir la Eucaristía para que los hermanos, necesitados o no, vean y reconozcan que llevamos a cabo el ministerio de la caridad de Cristo, y que administramos de los misterios de Dios por medio de nuestro testimonio, servicio, catequesis, asistencia a enfermos, etc..
Y en cierto modo, guardando evidentemente las distancias, cabe aplicarnos lo de "hemos venido a ser espectáculo para el mundo... afrentados, difamados, desecho, estropajo..." Como sabes, sigo trabajando en las diversas tareas de la Pastoral de la salud."

J.R.Badía.