Yo creo en la resurrección

 Enfermos y Debilidad

Yo creo en la resurrección

resu

            De vez en cuando nos sobrecoge una noticia inesperada Algo tan sencillo y  sorpresivo como esto: un futbolista de 26 años muere y no de accidente ni de enfermedad, sino de repente. Todos podemos recordar casos de familiares, amigos, conocidos que nos dejaron sin previo aviso, en el momento más inesperado. Los padres y familia inmediata se llenaron de angustia; el consuelo no parecía posible.

El padre Nieto, un santo jesuita director espiritual de la Universidad de Comillas durante cuarenta años, sabía consolar en estos casos extremos como nadie. Y no andaba con cositas de psicólogo. Iba al grano; a la fe. Es lo único que nos puede servir de lenitivo. Enseguida hablaba de resurrección. Y así ha de ser nuestro consuelo; en esta palabra mágica para cuantos temen la muerte. Desde que Jesús resucitó, lo sabemos claro: la vida de este mundo no termina: se transforma. Seguiremos viviendo. La Omnipotencia de Dios lo consigue. No termina todo aquí.

Y resucitaremos; seremos nosotros mismos. Cada uno, consciente de ser el mismo que vivió durante unos años en este mundo. Con el recuerdo de todas las cosas de aquí, de nuestra familia, amigos, seres más queridos. Y desaparecieron para siempre los cuerpos enfermizos, achacosos, feos, porque la mayor hermosura de nuestra alma traslucirá hacia el exterior. Recogeremos lo que sembramos. La muerte ya no tendrá poder jamás sobre nosotros. Este es el gran consuelo cuando desaparece de nuestra compañía el ser más querido. La separación es temporal. Nos reuniremos con él.

 Con estas ideas consolaba aquel hombre santo a cuantos a é acudían y salían de allí con una fe robustecida; más creyentes, llenos de esperanza. Yo procuro decirme estas cosas a mí mismo cuando pienso en que esto se acaba. Y cuando recuerdo con añoranza a padres, familia y amigos que ya se fueron. Es que la fe nos ha de acompañar en todas las ocasiones. No va todo esto para engañarnos a nosotros mismos. Eso dirán los no creyentes. Se trata de una realidad. A veces se ve tan clara… Lo malo que otras veces todo se oscurece. Pues, nada, a repetir al Señor una de las sentencias que más me gustan: “En Ti, Señor, he esperado: jamás quedaré confundido”.

José María Lorenzo Amelibia

Si quieres escribirme hazlo a: josemarilorenzo092@gmail.com

             Mi blog: https://www.religiondigital.org/secularizados-_mistica_y_obispos/

Puedes solicitar mi amistad en Facebook https://www.facebook.com/josemari.lorenzoamelibia.3                                          Mi cuenta en Twitter: @JosemariLorenz2

Volver arriba