Han disminuido los funerales, pero también los curas

Para los Obispos.

Han disminuido los funerales, pero también los curas

funus

Un funeral

Esta noticia me llegó al alma: una parroquia con 268 funerales en un año. Y ahora, por lo general, no ocurre como en la primera mitad del siglo XX: funerales de primera, segunda, tercera… cabos de año, distintos catafalcos. Había gente que cantaba con ritmo gregoriano en de modo anticlerical: “Vivos y muertos, todos son nuestros”. Ahora no ocurre eso. Es más: conozco a sacerdotes que celebran los funerales con verdadero cariño, incluso con fervor; a todos de la misma manera, salvo que el finado sea un cura o con muchos amigos o parientes dentro de la clerecía, en cuyos casos, el número de clérigos asistentes puede variar.

El clero sigue disminuyendo en nuestra nación española. Cada vez menos curas, y sobre sus espaldas cae la tremenda tarea de atender incluso varios centenares de funerales, bautismos bodas a lo largo del año. La confesión individualizada va cayendo en desuso; las absoluciones colectivas están prohibidas. El sacerdote célibe se va quedando reducido a mero funcionario, aun contando con la ayuda de diáconos y seglares cualificados.

Temo que, a pesar de las buenas intenciones del clero joven, se vaya llegando a un distanciamiento del cura con el pueblo. Hemos conocido tiempos en que incluso los pueblos más pequeños disfrutaban de la presencia cercana del sacerdote. Tal vez tenía poco trabajo, pero su influencia en la feligresía era enorme: se respetaba mejor la ley de Dios, suponía Dios mucho en la vida de la gente, se vivía con más fe y esperanza.

Pero ahora, en estas macroparroquias, en las que tantos viven sin nunca confesarse, solo reciben el bautismo, primera comunión, a veces boda y desean morir en la Iglesia, el papel del cura es muy pobre, ser funcionario y poco más. Por eso necesitamos más sacerdotes, sean casados o solteros, pero de verdad líderes religiosos y alejados del funcionariado, que nos hablen de Dios, que nos lleven a Dios, que nos animen a la santidad. El camino claro; pero creo que hoy por hoy la nueva evangelización no está encaminada en este sentido. ¡Cuánto falta para que nuestra Iglesia siga por los caminos de los tiempos apostólicos!

 José María Lorenzo Amelibia

 Si quieres escribirme hazlo a: josemarilorenzo092@gmail.com          

Mi blog: https://www.religiondigital.org/secularizados-_mistica_y_obispos/      

 Puedes solicitar mi amistad en Facebook https://www.facebook.com/josemari.lorenzoamelibia.3                                          Mi cuenta en Twitter: @JosemariLorenz2

Volver arriba