“Yo siempre he estado llamado a la vida celibataria. Imagino que casarse es una cosa bellísima, y no niego que alguna vez pienso si me habré perdido algo muy bonito, sobre todo cuando veo a mis compañeros de universidad que han tenido hijos y están felices con ellos, aunque también tengan sus problemas. Entonces se me ha pasado por la mente lo fantástico que hubiese sido casarse y tener hijos. Pero es que yo el celibato lo veo como un don. Es un don verdadero. Por lo tanto, no me provoca ni añoranza ni envidia ver a sacerdotes anglicanos casados”.
Con esta mentalidad y vocación se debe hoy acceder al sacerdocio, y quien asuma el celibato como precio del sacerdocio, de tal manera que si dejara la carrera eclesiástica se casaría, este tal no debería ser sacerdote. ¿Cuántos llegarían así? Muy pocos. Por eso son precisas dos modalidades de sacerdotes: el célibe al estilo de Novell y el casado. Es hora de que vayan implantando las dos formas en nuestra Iglesia Católica.
José María Lorenzo Amelibia Si quieres escribirme hazlo a: josemarilorenzo092@gmail.com Mi blog: https://www.religiondigital.org/secularizados-_mistica_y_obispos/ Puedes solicitar mi amistad en Facebook https://www.facebook.com/josemari.lorenzoamelibia.3 Mi cuenta en Twitter: @JosemariLorenz2
