Yo indigno siervo tuyo

El obispo dice en la oración propia para pedir a Dios por sí mismo: “Yo indigno siervo tuyo”. Pero ¡métele el dedo en la boca! ¿Qué diría un obispo, si utilizando su mismo leguaje, le dijera alguien que es indigno siervo de Dios, obispo indigno? Sería un bonito test, pero ¿quién se atreve a ello? El Papa al rezar le dice a Dios de sí mismo: “Siervo de los siervos de Dios”. Y no quiero protestar de que a mí no me admitiría en  audiencia privada porque somos muchísimos los siervos de Dios y no puede recibir a todos. Pero acoge a un rey, jefe de gobierno y príncipes de este mundo. Muchos pensarán que estoy sacando las cosas de quicio. Pero no es para tanto.

La consecuencia mía es mucho más sencilla: que dejen de una vez de utilizar en la oración pública estos términos que ni ellos mismos se los creen. Y si se lo creyeran, también deben suprimirlos porque hieren los oídos de la gente de a pie.

Y menos mal que existe algún obispo excepcional:

Un amigo mío, seminarista de los años 70, llegaba una noche tarde al Seminario y estaba la puerta  cerrada.  Dio voces al obispo que descansaba cerca, y el monseñor bajó rápido y ni siquiera le reprendió por haber olvidado la llave ni  por haber llegado tarde. Pero esto no es lo común.

Es muy frecuente en jefes y magnates el orgullo refinado o burdo: un amor propio que intenta en todo momento ser considerado como autoridad. A quienes les lagotean, otorgan sus favores. Y a la vez, respetan y condescienden con los alejados de la práctica religiosa, en cambio a los más delicados y piadosos, no les consienten,  ni siquiera pensando en la epiqueya, ninguna libertad que sea contraria a sus estereotipos leguleyos. A tanto llega la mezquindad de muchos superiores, de esos “indignos siervos de Dios”, pero que para su coleto piensan que el resto de los mortales son más indignos que ellos. ¡Ojalá me equivoque en estas sospechas nada temerarias! ¡Y menos mal que los hay también humildes y mansos!

Que sirvan estas ideas de examen de conciencia a los obispos, abades. reyes y jefes de cualquier estamento civilizado o religioso. ¡Lo malo, que muy pocos las van a leer.  Al menos quienes las lean dirán: ¡Cuánta razón tienes!

José María Lorenzo Amelibia                                         Si quieres escribirme hazlo a: josemarilorenzo092@gmail.com               Mi blog: https://www.religiondigital.org/secularizados-_mistica_y_obispos/  Puedes solicitar mi amistad en Facebook https://www.facebook.com/josemari.lorenzoamelibia.3                                          Mi cuenta en Twitter: @JosemariLorenz2