La mansedumbre, fruto de la humildad. Puntos de meditación 19-9-22
La mansedumbre es fruto de la humildad y caridad.
Jesús sufrió (a los apóstoles) con bondad sin echarles en cara su falta de educación.
Siguiendo el ejemplo de Jesús, ser afable con las personas que te desagradan y te son antipáticas.
Debo amar sólo lo que Dios ama, y amarlo porque Él lo ama.
Sé dulce para los que te sirven, y te sirven mal.
Lo mismo os amaré, Dios mío, cuando me encuentre desolado, como consolado.
Mantener el espíritu en sosiego, desentendiéndome de toda ocupación extraña.
Voy a comenzar por amar para llegar a la virtud y morir a mí mismo.
José María Lorenzo Amelibia
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