Los nuevos talibanes ¿son hipócritas o inmaduros?

Crítica Constructiva

 

Los nuevos talibanes ¿son hipócritas o inmaduros?

Me refiero a los ultraconservadores, los que van por el mundo de corregidores universales y se meten con todos, incluso por una pequeña infracción de las ordenanzas de tráfico o municipales, los que no dejan vivir a nadie. Me dan pena, pero no se me ocurriría encararme con ellos porque caería en una petición de principio y además me expondría a sufrir los efectos de sus iras pueriles, pero dañinas.

¿Talibán?


Uno de estos defensores de las buenas costumbres, me afirmaba que algún día iba a coger un orinal y se lo iba a echar por la cabeza a esos irrespetuosos e irreverentes que marchan por las calles haciendo alarde de su ateismo. Como si la solución para predicar la fe fuera la violencia. Han pasado los tiempos de las guerras de religión, de las guerras santas para meter en los demás la propia idea religiosa o moral.

Hoy pocos habrá que pretendan volver a las cruzadas o a las guerras antiguas de islamitas árabes, que ofrecían o la religión de Mahoma o la cimitarra. Por desgracia, todavía quedan restos de esta catadura y nos hacen sufrir a todos y provocan la indignación, tanto por la derecha como por la izquierda.

De ninguna manera se puede justificar invadir una capilla y amedrentar a los que allí rezan. De ningún modo se puede admitir lanzar insultos contra obispos y dignatarios eclesiásticos por el hecho de que sus métodos, un poco menos tradicionales, estén en contra de nuestra manera de concebir la vida. A veces admiro a los obispos que aguantan días y años vejaciones e insultos de gente ultraconservadora; de personas que se dicen creyentes, pero que ignoran el mandamiento del amor o lo guardan para los suyos, los de su cuerda.

Muchos cuasi talibanes se creen los redentores de la humanidad, y son, al igual que todo el resto del género humano, unas personas corrientes, pero llenas de soberbia y presunción. Nuestra intransigencia ha de ser contra el pecado, contra el vicio, contra la violencia y contra el mal. Pero con las personas: amor, tolerancia, comprensión, respeto, acogida, diálogo y amistad. Y si no somos capaces de ello, al menos saber aguantarnos mutuamente. Para mí los nuevos talibanes son, o unos inmaduros (lo más probable) o unos hipócritas.



José María Lorenzo Amelibia

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