El papa Francisco parecía que iba a progresar más

Aunque el Papa Francisco no hiciera más que lo hasta ahora realizado, es mucho lo que nos ha dado: lo mejor, una concepción de papado como tiene que ser. Siempre se denomina a sí mismo como obispo de Roma; nunca como sumo pontífice ni vicario de Cristo. Con el paso de los siglos se le han añadido muchos apelativos rimbombantes. Lo verdaderamente cierto es “Sucesor de San Pedro”; eso sí. La palabra Papa siempre estará bien vista; las otras denominaciones irán desapareciendo.

Por fortuna sus predecesores suprimieron la tiara, la silla gestatoria, el “Nos” cuando hablaban de sí mismos, el beso a los pies, el hablarle de rodillas. Va muy lenta la jerarquía de la Iglesia en los cambios necesarios y evangélicos; pero Francisco ha dado pasos de gigante. Los sucesores de este Papa lo tienen más fácil para continuar con los cambios necesarios para la Iglesia. Aunque Francisco no hiciera nada más en su reforma, pasará a la Historia como un hombre que ha sabido dar uno de los virajes más importantes en  la Iglesia: la concepción de la autoridad como servicio, la sencillez de vida del principal dirigente de la Iglesia.

Creo que no entrará a fondo con la revisión del celibato clerical; ni con la actual legislación eclesial sobre votos religiosos. Quedará para sus sucesores. Lo mismo digamos sobre una revisión sustancial del Derecho Canónico, hoy todavía con la estructura del Derecho Romano. Tampoco, creo yo, se meterá de lleno con los tribunales eclesiásticos matrimoniales, aunque tal vez dé en este terreno algún paso importante. La solución – a mi juicio – sería dejarlo a la conciencia de los esposos, asesorados por dos moralistas. Pero antes de llegar a ello ha de correr mucha tinta entre los escritores eruditos de la Iglesia.

Porque no se puede entender que para la obtención de una declaración de nulidad hayan de pasar entre tres y diez años y sea necesario desembolsar un montón considerable de euros.

Si, seguimos esperando más del actual Papa, porque es como una caja de sorpresas. Nos gusta que presente a la Iglesia como madre de misericordia, como una gran familia. Y creemos que dará más pasos en ese sentido. Agradecemos se haya presentado al mundo como una persona más. Y esperamos que los obispos le imiten y se hagan más cercanos; que no se consideren como una casta aparte de los otros seres humanos. Todavía no he visto nunca a un obispo en una cola, ni aguardando turno para entrar  al médico, ni bajar la basura de su domicilio. Y menos mal que ya algunos viven en un piso… y me gustaría que acudan también a la reunión de vecinos. ¡Francisco, tendrás que tirarles de las orejas!

José María Lorenzo Amelibia                                          Si quieres escribirme hazlo a: josemarilorenzo092@gmail.com              Mi blog: https://www.religiondigital.org/secularizados-_mistica_y_obispos/  Puedes solicitar mi amistad en Facebook https://www.facebook.com/josemari.lorenzoamelibia.3                                           Mi cuenta en Twitter: @JosemariLorenz2