Nos puede afectar una enfermedad mental

Enfermos y debilidad

Nos puede afectar una enfermedad mental

Casi la mitad de la población ha sufrido a lo largo de su vida algún tipo de enfermedad mental. Hoy no nos cuesta confesarlo, pero hace varias décadas convenía guardarlo en secreto para que no fueras juzgado por loco.

Nuestra época está expuesta en particular a este género de males: el estrés laboral, divorcios y separaciones, viudedad, víctima del “mobbing”, insatisfacción íntima… Muchas causas provocadoras de enfermedades mentales. Los tipos más frecuentes de dolencias psíquicas son la depresión, la drogadicción - alcoholismo y las fobias. Las mujeres separadas y los viudos son los más propensos a sufrirlas.

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Enfermo mental

 Pero también abundan en nuestra sociedad los trastornos psíquicos graves, la esquizofrenia, paranoia, síndrome bipolar y psicosis. Dicen los especialistas que cuando se sufre alguna de estas dolencias, es de muy importante que el paciente lo asuma, así podrá someterse al tratamiento adecuado.

Mari Luz Corcuera nos cuenta su experiencia en este sentido (1). En pleno proceso de mejoría nos dice: “Nadie sabe lo que sufre el enfermo mental. Ahora estoy encantada con la vida, y mi primer objetivo es tener amueblada la cabeza”. Esta señora, después del diagnóstico, llegó a incapacidad laboral, padecía la más temida de estas dolencias, la esquizofrenia paranoide; incluso pronosticaban imposibilidad de curación. Recorrió distintos hospitales en busca de remedio; mejoraba, pero después venían las recaídas. Pero Mari Luz aprendió a convivir con su enfermedad. Nos dice ella misma la forma como ha logrado mejorar: “He salido de lo más profundo que uno se puede imaginar y ahora estoy encantada con la vida. Voy a yoga, a talleres, leo libros de autoestima… He orientado mi vida a tener la cabeza amueblada”.

 La realidad es que la ocupación, lectura, relajarse es un método muy eficaz para sanar o paliar las enfermedades mentales; por supuesto contando con las medicinas. El yoga en concreto ayuda de una manera extraordinaria. Y cuando se practica dentro del llamado yoga creyente - cristiano, mucho mejor. Siempre es bueno para el alma y para la salud mental poner nuestra esperanza en el Señor; consecuencia de ello, una gran paz y seguridad en nuestra existencia. Incluso algunos enfermos mentales han llegado a escalar grados de la santidad más eximia.

 (1) Entrevista de Ainoha Iriberri en  Pág. S 6 de “El Mundo” 26-7-7

  • José María Lorenzo Amelibia                                        
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