Paciencia, como la de Job unida a la humildad de Jesús

Está escrito: hay dos grandes guerreros en el planeta: la paciencia y el tiempo. Y se puede añadir: con paciencia y fortaleza no hay nada que se te resista; para conseguir cualquier cosa solo necesitas amor y paciencia. Un servidor recuerda: contra ira, paciencia. De esta virtud escribo, salpicando  criterios personales con algunas frases célebres que recoge Marta Guerri y que se pueden leer  en Internet.

Actuar con paciencia  

           Digno de honor es ´la persona que practica la magnanimidad y la magnificencia  por las  obras grandes realizadas   o por  las muy difíciles que acomete. Pero  más mérito tiene quien soporta sin abatirse, gracias a la paciencia, los sufrimientos físicos y morales. “Las grandes obras no se consiguieron con   paciencia”. Con paciencia y fortaleza no hay nada que se te resista”.

Es muy necesaria la respuesta de paciencia para: aceptar las adversidades de la vida sin dejarse llevar por el pesimismo, el desaliento o la tristeza. El paciente  no huye ni se despreocupa cómodamente de los peligros como el avestruz que mete la cabeza bajo las alas. Tampoco es el orgulloso que no admite dependencia de nada ni de nadie.

 Por el contrario, la persona paciente  afronta de manera digna de alabanza todos los males que le acosan para mantener la jerarquía de valores y los compromisos aceptados.

 Es un ideal pasar de la simple resignación sin quejas a la paz en el sufrimiento, a  la  aceptación gozosa por compartir el misterio redentor de la cruz y la suerte adversa de quienes lo pasan peor.

Perspectivas  en su identidad

            De las frases célebres sobre la paciencia elegimos las siguientes:

-La paciencia consiste en ocultar tu impaciencia.

-La paciencia es el arte de tener esperanza; el secreto de la naturaleza es la eterna paciencia.

-Un hombre que es un maestro en la paciencia es un maestro en todo lo demás.

-Tener paciencia también es una forma de acción.(Pero) la paciencia tiene límites. Si tienes demasiada paciencia, se convierte en cobardía.

-No hay que confundir la paciencia con la falta de ánimo ni la falta de ánimo con la paciencia.

-La gente piensa que la paciencia es la capacidad de esperar, pero no es así. La paciencia es cómo nos comportamos mientras esperamos.

La sabiduría humana puede resumirse en tener esperanza y paciencia.

Si quieres alcanzar el éxito, lo mejor que puedes hacer es tener paciencia, persistencia, r en tu frente.

Las grandes obras jamás se hicieron por la fuerza, sino por la perseverancia.

No se puede cosechar de inmediato lo que se ha sembrado. La paciencia es necesaria.

La paciencia consiste en no rebelarse contra cualquier dificultad.

La impaciencia es la ruina de la fortaleza. La paciencia es el apoyo de la debilidad.

Otras dimensiones complementarias

Alguien que tiene paciencia puede obtener cualquier cosa que se proponga. Para conseguir cualquier cosa solo necesitas amor y paciencia.

Los obstáculos y las dificultades desaparecen como por arte de magia ante quien tiene paciencia y perseverancia.

La gente piensa que la paciencia es la capacidad de esperar, pero no es así.

No se puede cosechar de inmediato lo que se ha sembrado. La paciencia es necesaria.

Con paciencia y fortaleza no hay nada que se te resista.

Las cosas buenas siempre tardan un tiempo.

La compañera de la sabiduría es la paciencia.

El genio es paciencia eterna.

Ten paciencia en todos los ámbitos, pero, sobre todo, ten paciencia contigo mismo.

La paciencia se  mide más que por el espera, el modo de como nos comportamos durante la espera.

            La humildad de Jesús  397--499

Jesús el testigo y maestro  invitó a sus discípulos: aprended de mí que soy manso y humilde de co razón (Mt 11,29).  Y con toda autoridad predicó: bienaventurados los  mansos, porque ellos poseerán la tierra (Mt 5,6). Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia (Mt 5,7)

Manifestaciones de la humildad de Jesús:

            -serenidad ante las ofensas ante los ataques de sus enemigos, especialmente en la pasión.

            -no se inmuta por la deshonra ni dejarse llevar de la ira. En  prendimiento corrige a Pedro que reacciona con violencia.  No se irrita contra Samaria como los hijos del trueno, por no querer recibirle (Lc 9,53-56);

            -predica no devolver mal por mal ni insulto por insulto. Ahí tenemos, como ejemplo, el capítulo quinto de San Mateo:frente a la ley del talión, Jesús propone la del amor profundo; deroga la ley del Talión (Mt 5 28-32). Todos los que empuñan espada, por espada perecerán (Mt 26,52);  no juzguéis y no seréis juzgados (Mt 7,1).

            -trata a los enemigos de modo cordial. Así Jesús con Judas En la cena no descubre al traidor (Jn 13, 18-29).  Se deja besar  por Judas y se entrega mansamente a la cohorte (Mt 26, 49-54)

            -cierta imperturbabilidad que le frena a la hora de enfadarse con el prójimo o consigo mismo. Cristo se mantiene imperturbable, sereno en la polémica con escribas y farisesos; corrige a los discípulos que  reaccionan con violencia porque los de Samaria no los quieren recibir ((Lc 9, 53-56);

            -moderación  cuando tiene que defenderse ante una injusticiar  Es la respuesta que Jesús pide a sus discípulos Responde con dominio al que le da una bofetada (Jn 18,23)

            -cierta tranquilidad externa e interna ante los fracasos y humillaciones. Basta con releer la pasión para tener presente  la imagen serena de Cristo en medio de su fracaso y y de tantas humillaciones.

            -evita las quejas por las derrotas y los resentimientos. Críticas, sí que escuchamos de labios de Cristo, especialmene contra la falsedad y las injusticias. Pero no es un resentido, ni mucho menos.

-no fomenta actitudes conscientes o inconscientes de amargura, agresividad, frustración, odio o venganza porque las cosas le fueron mal. Jesús convencía con su actitud de paz, serena aceptación del fracaso, siempre amor y perdón para todos;

-comprensión ante peticiones sin fundamento. Jesús responde  con ponderación a lapetición ambiciosa de los hijos del Zebedeo y a la reacción de los demás apóstoles (Mt 20,20-28)

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