La mística desde san Gregorio Magno hasta Taulero

El corazón de la mística consiste en la unión íntima con Dios. Y si es experimentada tal unión bajo la acción del Espíritu siguiendo a Jesucristo, es una vivencia fundamental del cristiano. No es de extrañar que este tema, el de la mística, haya sido tratado por santos y autores de todos los tiempos. Pero no todos coinciden ni en el núcleo fundamental ni el desarrollo completo. Así lo explica la Historia de la mística.
Aunque leí la obra de Pourrat (P. Pourrrat,La Spiritualité cretienne, Gabalda 1918-1921. 4 vols), ahora sigo al P.Royo Marín (A.Royo, Los grandes maestros de la vida espiritual, Bac, Madrid 1990). No pretendo ni una síntesis de la Historia de la Mística. Este artículo selecciona solamente, y según mi modesta opinión, algunos criterios, los más significativos que desarrolla el dominico español. La división en etapas es un tanto personal y arbitraria. Omito fechas y datos biográficos que se encuentran en la obra citada..


Desde san Gregorio magno hasta Taulero

San Gregorio Magno.
La contemplación, consideración de ciertos objetos propios para elevar el alma a Dios. Es una búsqueda incompleta de Dios porque hay que desprenderse de lo sensible para unirse a Dios. Nadie queda excluido de la contemplación pero son pocos los que de hecho la reciben. Sin lo ejercicios ascéticos no se llega a la vida contemplativa.
San Agustín
El obispo de Hipoma estima mucho las gracias que permiten al hombre unirse íntimamente a Dios por una caridad perfectísima. Su efecto es la contemplación que proporciona una muy alta idea de Dios, desprendida de toda imagen sensible, que llena al alma de admiración y la une muy eficazmente a Dios. Estas gracias son de entendimiento y de sabiduría, procedentes de los dones del Espíritu Santo…Y reciben propiamente el nombre de gracias místicas: son santificadoras pero no son exclusivas de unas pocas almas selectas
San Gregorio de Nisa.
Como místico. muestra una preocupación constante por conducir a sus discípulos por grados hasta las cumbres de la unión con Dios
El pseudo Dionisio Areopagita.
Afirma que la oración es la condición para conocer a Dios que no se revela sino a los que se acercan a él. Enseña el retorno del alma al Uno en tres etapas: purificación, iluminación y éxtasis o unión con el Uno por una contemplación confusa en la que el alma es privada de toda conciencia
San Juan Clímaco
Es el autor de la Scala Paradisi donde habla en los libros 27-30 sobre mística, la vida solitaria, el reposo del alma en la oración.
San Bernardo de Claraval
Este santo abad enumera los grados del amor: el amor carnal o puramente natural; el amor interesado de Dios, el amor desinteresado por Dios
Y el 4º grado, el amor puro de Dios: todo por Dios mismo como la gota de agua mezclada en el vino; como el hierro que se hace fuego..Y así, todo afecto humano se transfunde enteramente en la voluntad de Dios. Pero esta deificación tan sublime del hombre no se da del todo hasta la visión beatífica. Este 4º grado de amor consiste en una unión amorosa, íntima y absoluta….como la de los esposos. ¿Cuándo se realiza esta unión? Aunque su momento es el cielo también en la tierra de modo pasajero y pocas veces…Se trata de perderse totalmente en Dios .Es un ideal al que debemos aspirar con deseo apasionado
En virtud de esta unión, el alma se hace un espíritu con Dios. El vive en ella y ella vive en Él y su vida es una vida de amor. Efectos principales: la correspondencia mutua de amor, la confianza mutua, la perfecta conformidad entre ambos. Inefabilidad de esta experiencia.


Santo Tomás
Con Santo Tomás la mística doctrinal alcanza su punto culminante a todo lo largo de la historia de la espiritualidad cristiana. Estructura todo el organismo sobrenatural. Da énfasis a los dones del Espíritu Santo, la Inhabitación de la S. Trinidad, y al crecimiento sobrenatural hasta su perfección que crece por el acto de amor y necesita ser perfeccionada por el don de sabiduría.
Escribe también sobre los grados de la perfección cristiana: caridad incipiente, proficiente y perfecta. En el tercer grado, el alma procura unirse íntimamente a Dios y gozar de El
Supone siempre la vida mística en el sentido estricto con la actuación de los dones que constituye la esencia misma de la mística.
Juan Taulero
Es uno de los mayores místicos de todos los tiempos. Su idea básica: el fondo del alma donde se dan las comunicaciones sobrenaturales. Ahí mora la Trinidad. Se dan rasgos parecidos a los de la noche oscura. Purificada el alma, está dispuesta a la unión pero sin panteísmo. Pareciera leer a san Juan de la Cruz.
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