"En las víctimas de la trata está Jesús, explotado, engañado y maltratado" La Iglesia de Navarra contra la trata

¿De qué hablamos cuando decimos “trata de personas”? Hablamos de un delito que implica la explotación de individuos mediante el uso de la coerción, el engaño o la fuerza, con fines tales como: la explotación sexual, el trabajo forzado, la servidumbre, la mendicidad forzada, o el tráfico de órganos
Solo 1 de cada 20 personas víctima de trata se logra identificar. Es decir 19 permanecen invisibles, explotadas, abusadas y estos son datos estimativos de estudios aleatorios
Florencio Roselló, arzobispo de Pamplona
Seguramente si se escribiera hoy el evangelio de Mateo 25, habría que añadir algunas pobrezas y marginaciones que interpelan y golpean a nuestra sociedad y a nuestra iglesia. Entre las nuevas cautividades Jesús nos diría con fuerza, “fui víctima de la trata y me rescatasteis”. Jesús en su plan de redención “a pesar de su condición divina, tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos” (Filp. 2, 6.7). Porque en las víctimas de la trata está Jesús, explotado, engañado y maltratado. Fue vendido por 30 monedas, como muchas mujeres en la actualidad, especialmente menores. Jesús fue expuesto públicamente y comparado con Barrabás, y la gente pidió la libertad del malhechor. Esa condición de esclavo le hace ponerse en la piel de las víctimas de trata, le hace pasar por los mercados de esclavos que manejan las redes de trata.
¿De qué hablamos cuando decimos “trata de personas”? Hablamos de un delito que implica la explotación de individuos mediante el uso de la coerción, el engaño o la fuerza, con fines tales como: la explotación sexual, el trabajo forzado, la servidumbre, la mendicidad forzada, o el tráfico de órganos. Este delito viola todos los derechos fundamentales que podamos imaginar, privando a las víctimas, de su libertad y dignidad.
Como sociedad y como Iglesia, nos enfrentamos a una esclavitud invisible, y por lo tanto más difícil de abordar, de combatir y de eliminar. Desconocemos el número de personas víctimas de trata, desconocemos los victimarios, es un mundo oscuro, escurridizo, que hace difícil su persecución y solución. Es tan invisible, que solo 1 de cada 20 personas víctima de trata se logra identificar. Es decir 19 permanecen invisibles, explotadas, abusadas y estos son datos estimativos de estudios aleatorios. Es muy difícil acertar en datos exactos porque hay un mundo muy oscuro alrededor de este delito. En un tiempo que todo está regulado, que hay protocolos, declaraciones, documentos para todos, el delito de la trata de personas es como la arena que se escurre entre nuestras manos, que se nos escapa.

El Papa Francisco, cuando anunció el Jubileo de la esperanza nos dijo, “En el Año jubilar estamos llamados a ser signos tangibles de esperanza para tantos hermanos y hermanas que viven en condiciones de penuria”. (Spes non confundit 10). Nuestra Iglesia de Navarra quiere ser signo tangible de esperanza para las mujeres que son víctimas de la Trata, para esas mujeres que no ven salida al túnel de la explotación y del engaño. Queremos que el Jubileo, además de la dimensión espiritual, conversión y purificación, tenga una dimensión y compromiso social. Queremos mirar al cielo con los pies en la tierra. Por eso hemos decidido abrir un piso, un recurso, dirían los profesionales, un hogar, para estas mujeres, en muchos casos, con sus hijos, que han sido engañadas y tratadas como mercancías y no como personas. Un piso donde estén seguras, donde les abramos el camino de la libertad y de la normalización de sus vidas.
Nuestro compromiso con esta lacra social quiere ser también de denuncia, de hacer visible lo que todavía es invisible y que mueve mucho dinero, como nos dijo el Papa Francisco “La trata es a menudo invisible. Los medios de comunicación, gracias también a reporteros valientes, arrojan luz sobre las esclavitudes de nuestro tiempo, pero la cultura de la indiferencia nos anestesia. Ayudémonos recíprocamente a reaccionar, a abrir nuestras vidas y nuestros corazones a tantas hermanas y tantos hermanos que son tratados como esclavos. Nunca es demasiado tarde para decidirse a hacerlo”. (8 marzo 2024) Además de la creación de este hogar de acogida para víctimas de Trata queremos denunciar el mercado negro, la invisibilidad de esta lacra social, y la conculcación de derechos humanos a las víctimas de trata.
El pasado fin de semana se hizo una colecta en toda la diócesis, en parroquias, iglesias, movimientos, para recaudar fondos para el proyecto diocesano del Jubileo. Un proyecto ilusionante y liberador que sigue abierto para poder ayudar y colaborar con él.
+ Florencio Roselló Avellanas O de M
Arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela
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