Carta abierta por ellos y por ellas

Comparto día a día los anhelos y esperanzas, el dolor y la angustia de muchas personas, mujeres, niños, familias enteras, que se ven abocadas a la desesperación y al fracaso. No tienen trabajo ni perspectivas de tenerlo. Las buenas noticias de la recuperación económica aun no les han llegado a ellos y ellas que son los últimos, los invisibles, pero no por eso menos reales e importantes.
Me duele ver cómo hay tantas personas que muy cerca nuestro no pueden tener una vida feliz, con sus necesidades fundamentales cubiertas, pero me anima saber que si entre todos sumamos complicidades, podemos parar el golpe y facilitar que se pongan de pie, que luchen y que con esfuerzo salgan adelante.
Enjugar lágrimas, escuchar confidencias nacidas de la desesperación, consolar, acompañar y comprender, conjugado con la búsqueda de recursos, la animación de voluntarios, y la pasión por construir una humanidad más humana, en la que entre todos nos ocupemos con compromiso de “llenar la botella que para muchos está medio vacía”, no siempre es fácil.
Después de compartir tantos años el paso por este túnel oscuro, que llamamos crisis, con personas muy concretas, con historias que tal vez nunca se expliquen, pero que son dignas de ser contadas, porque revelan el fracaso de la humanidad y la lucha a muerte por la vida de nuestros semejantes; después de ponerme en su piel y vivir desde la proximidad vital, hoy, “mi vida son mis causas, y mis causas valen más que mi vida”, porque son vidas, amables y con derecho a ser vividas.
No sé cómo, pero estoy segura que si estas palabras os llegan y veis que podéis ayudarme a ayudar, encontraréis la fórmula de crear nuevas complicidades, de sumar sinergias y de activar el cambio de forma pacífica, reconciliadora y digna de nuestra humanidad.
Solo deciros que trabajo con 250 voluntarios, que atendemos una Plataforma de alimentos con más de 1.300 familias, que tenemos un albergue para personas sin hogar y sin techo: que estamos abriendo pisos para familias, pisos que buscamos y que conseguimos desde el diálogo y la amistad –que debemos mantener cada mes con sus respectivos gastos- , que próximamente abriremos espacios con duchas, lavanderías y ropero, para evitar que los que ya no tienen agua y luz, se degraden y pierdan su dignidad. Además estamos creando empresa de huertos ecológicos, cooperativas de consumo y de confección y diseño de ropa con mujeres y hombres que vienen de una situación de exclusión social o que estaban en riesgo de caer en ella. Además tenemos programas para apadrinar familias con niños para que no se les corten los suministros. No dejamos de lado la opción por la alfabetización, el apoyo escolar, el acompañamiento para buscar trabajo y para evitar que la situación lleve a la desesperación a quienes padecen y sufren….
Mucho trabajo, muchísimos retos. Todo hecho con voluntarios, lo que garantiza que todas las ayudas van directamente a las personas que las necesitan sin que se pierda nada en estructuras.
Me encantaría que activéis vuestra creatividad, vuestra generosidad y que si queréis compartir para que algunos estén un poquito mejor, os lo agradeceré inmensamente.
Os dejo un correo y estamos en contacto. Perdonad mi atrevimiento, pero no puedo menos que clamar por “ellos/as” los que no cuentan”, para que entre todos evitemos una fractura social y para que la justicia haga germinar entre nosotros la paz que nace de la fraternidad.
Sor Lucía Caram
info@fundaciorosaoriol.org
Tel 93 873 4928
Tel. 628 33 10 49
Si quieres ayudarnos: La Caixa ES43 2100 3093 0722 0031 6970