El Espíritu que todo lo hace nuevo

El padre Lebret, dominico fundador del Movimiento economía y humanismo y redactor del que fue el primer borrador de la Populorum Progressio escribió en una oportunidad una oración que me parece muy oportuna en este tiempo de Pascua en el que invocamos al Espíritu. Al Espíritu de Jesús, al que todo lo hace nuevo y que es capaz de ponerlo todo “patas para arriba” y mostrarnos que los planes de Dios no son los nuestros, ni nuestros caminos los suyos.

En este tiempo de Pascua hago mía su oración y le ido nos dé la audacia del Espíritu y nos renueve para que se transforme la faz de la tierra, la Iglesia, el mundo y los corazones.

“Hay hoy demasiados sabios, demasiados prudentes.
Siempre calculando, siempre midiendo.
¡Pensad que pasaría si tuvieran que romper con su mundo,
si sus padres supiesen que nunca alcanzarían una posición honorable,
si tuviesen, aunque fuese por poco tiempo, que vivir en la inseguridad!

¡Oh Dios! Envíanos locos,
de los que se comprometen a fondo,
de los que se olvidan de sí mismos,
de los que aman con algo más que con palabras,
de los que entregan su vida de verdad y hasta el fin.

Danos locos, chiflados, apasionados,
hombres capaces de dar el salto en la inseguridad,
hacia la creciente incertidumbre de la pobreza;
que acepten diluirse en la muchedumbre anónima
sin pretensiones de colgarse una medalla,
no utilizando sus cualidades más que en provecho de sus gentes.

Danos locos Señor,
locos del presente,
enamorados de una forma de vida sencilla,
liberadores eficientes de los que no cuentan para nadie,
amantes de la paz,
puros en su corazón, resueltos a nunca traicionar,
capaces de aceptar cualquier reto,
de acudir donde sea,
libres y obedientes,
espontáneos y tenaces,
tiernos y fuertes.
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