"Inventarnos polémicas ahora es traicionar el bien común" Sor Lucía Caram: "Omella es lo más parecido a Francisco en el Episcopado español, el president Torra se ha equivocado"

El cardenal Omella, con mascarilla
El cardenal Omella, con mascarilla

"Ser libre para opinar y no tener nada que perder porque no hay nada que esconder, hace que uno no sea esclavo de nada ni de nadie y sólo intente ser fiel a sus convicciones"

"Es una incoherencia que el Gobierno de la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona pidan al arzobispado de Barcelona “para favorecer el turismo” que abra las puertas de la sagrada familia al turismo, cuando el arzobispado había decidido cerrarlo hasta el mes de septiembre"

"Meter el tema político y lo del 1 de octubre es desafortunado, como lo es señalar a Omella como si estuviera aliado con otros intereses"

"Dejemos expedientes, enfrentamientos, y cartas y rencores guardados. Miremos juntos hacia adelante y rememos en la misma dirección"

"Hace años que la CEE no tenía una cabeza tan lúcida (...), creo que tenemos un gran interlocutor y un  pastor prudente que no dinamitará puentes y que intentará reconstruir con sentido evangélico"

Pocos dudan de mi posicionamiento durante el proceso en Catalunya, y todos saben que el día 1 de octubre fui a votar. Siempre dije que en democracia votar es normal, y que estamos “condenados a entendernos” y a dialogar para salvaguardar siempre el bien común.

Ser libre para opinar y no tener nada que perder porque no hay nada que esconder, hace que uno no sea esclavo de nada ni de nadie y sólo intente ser fiel a sus convicciones y a lo que ve y entiende es auténtico. Y eso nos lleva a descubrir los errores propios y ajenos y a manifestarse libremente aunque a algunos no les guste. Porque entre otras cosas uno ha de ser libre ¡también de los aplausos! Y de buscar siempre el beneplácito de los otros.

Lo de la pandemia es un drama y debería habernos mantenido unidos desde el minuto cero, aparcando las diferencia para luchar contra el enemigo común porque se nos iba y se nos va la vida en ello.

Lo de la pandemia es un drama y debería habernos mantenido unidos desde el minuto cero, aparcando las diferencia para luchar contra el enemigo común porque se nos iba y se nos va la vida en ello.

No basta enarbolar la libertad y la democracia para no escucharnos y menos para echarnos en cara lo que no perdonamos de los otros o los asuntos “pendientes”.

¿Por qué digo esto? Porque esta semana se encendió un fuego como “aparente” consecuencia de la misa realizada en la sagrada familia por los fallecidos a causa de la Covid.

Misa en la Sagrada Familia
Misa en la Sagrada Familia EFE

Públicamente salió la recriminación del President de la Generalitat al cardenal Juan José Omella, por “haber celebrado” una misa "prohibida” porque solo se permitían 10 personas por celebración. Esta misa se celebró con el 23% del aforo, con estrictas normas de seguridad, tomando la temperatura, guardando distancias, con localización de cada uno de los asistentes, etc... Igual que se hace en los conciertos y eventos autorizados.

Torra acusa a Omella de saltarse lo establecido y ordena  abrir un expediente al arzobispo. Le acusa de  "defender la libertad de culto y que en cambio no haya levantado la voz contra la represión en Catalunya”. Y aquí viene la carta que le tenía guardada y sale en momento menos oportuno.

Vamos por partes. Es una incoherencia que el Gobierno de la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona pidan al arzobispado de Barcelona “para favorecer el turismo” que abra las puertas de la sagrada familia al turismo, cuando el arzobispado había decidido cerrarlo hasta el mes de septiembre. No obstante y ante este pedido se abrieron las puerta para el turismo y este fin de semana visitaron el templo 1400 y 1500 turistas respectivamente.

Torra, con Omella y Sistach
Torra, con Omella y Sistach

Y resulta que para una celebración a la que asisten menos del 23% del aforo, unas 400 personas, ¿se le abre un expediente?

Meter el tema político y lo del 1 de octubre es desafortunado, como lo es señalar a Omella como si estuviera aliado con otros intereses: “Soy ex alumno de jesuitas y seguidor de Pere Casaldàliga y Ernesto cardenal”… Si algo no se puede reprochar al cardenal es su compromiso social. Es seguidor del Evangelio y ha tomado medidas importantes por la justicia social. Estoy segura que conseguirá hacer de Barcelona la arquidiócesis "más social de Europa”.

No estamos en tiempos del nacional catolicismo ni en los que Martínez Camino S.J y Rouco Varela con sus acólitos amenazaban y se decían perseguidos por todos, atacando sin piedad.

Omella ha dado señales y pruebas de ser dialogante, hace años que la CEE no tenía una cabeza tan lúcida, y creo que el President Torra se ha equivocado. Ese tren al que señala ¡hace tiempo que pasó!

Omella es lo más parecido a Francisco que hay en el episcopado, y creo que tenemos un gran interlocutor y un  pastor prudente que no dinamitará puentes y que intentará reconstruir con sentido evangélico.

Dejemos expedientes, enfrentamientos, y cartas y rencores guardados. Miremos juntos hacia adelante y rememos en la misma dirección.

Omella rebaja la tensión con el Govern: "No es tiempo de enfrentamientos"
Omella rebaja la tensión con el Govern: "No es tiempo de enfrentamientos"

El president Torra me tiene a su lado en la defensa de las libertades de los pueblos, en la búsqueda de la verdad, en la lucha contra la pobreza y la exclusión y en la lucha contra la COVID, lo mismo el Cardenal de Barcelona. Y por lo mismo puedo decir que en este caso hay cosas con las que no estoy de acuerdo, y otras, en las que sí. Nada que reprochar a la misa de la Sagrada Familia.

Si us plau, President, continuem lluitan units pel bé comú, per la justicia i la pau.

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