Rosa Oriol y el secreto del Osito

Este reconocimiento, a los que formamos parte de la Fundación que lleva su nombre, y a los que la conocemos y queremos, además de llenarnos de alegría, nos parece que es un acto de justicia, por reconocer el talento de una mujer, que con espíritu de sacrificio, constancia, tenacidad y sobretodo, con una sensibilidad exquisita, ha creado una marca con excelencia a nivel internacional.
Rosa Oriol, es sin duda un referente de trabajo, constancia y profesionalidad. Y lo es por su visión humanizadora y agradecida a la vida y a la sociedad, y por su característica humildad, una virtud de la que poco se habla, pero que hace grande a las personas que la viven. A ella le gusta repetir, que quiere devolver a la sociedad lo que ésta les ofreció a ellos: “Es verdad que hemos trabajado mucho y muy duro, pero también es verdad que hay otros que han trabajado tanto o más que nosotros, y no han tenido la suerte que hemos tenido en Tous”. Esta gratitud la llevó hace unos años a dar un apoyo incondicional a un movimiento de ciudadanos que quería aliviar el dolor de los más empobrecidos de la sociedad, trabajando para crearles oportunidades desde una Fundación.
En estos años he podido constatar que Rosa Oriol es una mujer que cuando emprende algo, llega hasta las últimas consecuencias, no sabe hacer las cosas a media y es amante de trabajo bien realizado, siendo incapaz de dar por bueno lo que no lo es.
Los que la conocemos hemos podido constatar que tiene una capacidad de trabajo increíble, y que teniendo un sinfín de obligaciones, tiene la virtud de no descuidar las relaciones personales, cuidando de los suyos y estando muy cerca cuando sabe que alguien la necesita.
Conocía Rosa Oriol y a Salvador Tous –son un pack indisoluble, siendo a la vez muy independientes-, hace algunos años. Más tarde emprendimos juntos la tarea de hacer una Fundación a la que decidimos dar el nombre de Rosa Oriol y creo que fue un acierto. ¿Por qué? Porque Rosa encarna los valores esenciales que queremos animen nuestra Fundación: el trabajo constante, la valoración de la persona, la transparencia, al implicación a fondo y la ternura.
Rosa dio a la Fundación un lema que nos recuerda que el calor humano es lo más importante: “acollir amb col”, “acoger con el corazón”, porque sólo desde la acogida cordial, podemos humanizar nuestro mundo y buscar salida al drama de tantas y tantas personas que vienen a la Fundación buscando ayuda y oportunidades.
Rosa es una mujer cercana y afable, y en esto no hay doblez ni marketing: es entrañablemente amable y muy sensible ante el sufrimiento y el dolor humano.
Cuando Pilar, una voluntaria la conoció me dijo: “-Conociendo a Rosa entiendo por qué triunfó el osito de Tous. Es sencillo, tierno, afectuoso, como ella. Es lo que ves sin simulación ni artificio. Refleja bondad”.
El trabajo constate y su ritmo exigente, la expansión de la empresa, las múltiples colecciones que se presentan cada mes, y una agenda que da vértigo, nunca fueron una excusa ni para Salvador ni para Rosa a la hora de atender cualquier necesidad o proyecto de la Fundación. Siguen cada uno de los proyectos, se preocupan por los voluntarios y por los nuevos retos que nos salen al paso. La Fundación no es un añadido ni un compromiso de imagen: es parte del ADN de la familia y ocupa un lugar primordial en sus vidas, una forma de estar presente en la sociedad, creando complicidad con todos aquellos que quieran sumarse a la lucha por un mundo más justo y solidario.
Termino resaltando el sentido de gratitud y la calidad humana de Rosa. Entrando en su taller de trabajo, respirando el ambiente de concentración y la dedicación, el silencio a la hora de crear, uno entiende por qué la belleza se refleja en cada nueva creación, que nace de la armonía, del buen gusto y de la serenidad contemplativa.
Más allá del glamour de la prensa y los Photocall, hay una mujer que ama con entrañas femeninas y que vive con pasión la vida, sencillamente porque está enamorada de ella y de todo lo que hace.
Gracias Rosa, y que podamos seguir recogiendo los frutos de una vida de trabajo fecundo y creativo.