Tira para adelante, y no te preocupes

Esta tarde, María Dolores, una amiga que viene a rezar vísperas, me dijo: “- Me llamó una amiga, que no es practicante, y me dijo, `- tu que eres amiga de Sor Lucía, dile que tire para adelante, que no haga caso a los que critican la obra que está haciendo, y que si tiene que contestar que conteste, pero que no pare.´

Le dije que precisamente hoy he recibido varios mensajes similares, y muchos mensajes de ánimo en mi correo electrónico, en los que además se me decía, "no les hagas caso"... y si los hay tantos, quiere decir que hay alguien que está criticando, quejándose, o simplemente dejándose llevar por las ganas de hablar por hablar. Efectivamente, lo hay, y es muy legítimo que no todos estemos de acuerdo en todo, pero cuando lo que se está haciendo es ayudar a personas que están en una situación límite, creo que la crítica no cabe y que quien destruye con la lengua, se descalifica a sí mismo.

Supe además que “eran de los nuestros” –por decirlo de alguna manera, que era gente de Iglesia- y que en realidad lo que les molestaba es que no son ellos los que ahora lideraran el banco de alimentos y la atención a las casi 700 familias.

Y me dio pena… mucha pena. Ni rabia, ni bronca –como decimos en Argentina-, ni ganas de explicarles nada. Simplemente la voluntad de seguir colaborando con ellos, y de animar a los más de 80 voluntarios, -que son los verdaderos protagonistas de todo- a que sigan comprometidos.

No entiendo cómo hay quienes en esta hora tan grave, cuándo hay tanto que hacer, se dedican a destruir y a poner palos a la rueda. Me sorprende que el lenguaje del compromiso sea tan bien acogido por aquellos que desde las filas de la Iglesia se califica de “alejados”, cuando en realidad están tan cerca del Evangelio, que sus obras hablan por ellos mismos de su cercanía cordial y afectiva al Dios de Jesús. También hay mucha gente que cada semana va a las parroquias de Manresa, y desde ellas nos hacen llegar su ayuda.

No puedo detenerme en estas tonterías... No hay tiempo que perder. Esta tarde recibí un correo desde servicios sociales en el que me avisan que el lunes tendremos 45 familias más…. Y superamos ya las 700…. En medio de eso la voz de los profetas de calamidades y los críticos satisfechos, queda acallada por la voz suave y amiga de Jesús en el Evangelio que nos dice algo muy concreto: “Dadles vosotros de comer.” ¡Es mucha gente…. ¿llegaremos? Si multiplicó los panes y los peces, y si hace un año que no deja de multiplicarlos: ¿Nos dejará ahora en la estacada? NO, definitivamente NO.

Hoy, lo tengo claro,éste es el mandamiento del amor: dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, enseñar al que no sabe, visitar enfermos y presos. ¡Eso… todo eso, está haciendo nuestro equipo!.... No pueden parar, el amor manda, el servicio es la vida, la esperanza tiene el rostro de la solidaridad y la acogida; el Evangelio se predica con la vida.

Gracias a Pilar Rahola por su apoyo en la Vanguardia del Sábado, sus palabras generosas, las atribuyo a todos aquellos con los que me hermana la pasión por la persona humana y me une el deseo de servirles.

A los anónimos de Germinans, -que esta semana me dedicaron unas de sus grotescas misivas- les digo que aprovechen el tiempo y que negocien con los talentos que se les dio. A ellos –Germinans- que tiran la piedra y esconden la cara y la mano y que se dedican a destruir desde el anonimato venenoso, simplemente decirles que sus obras les denuncian, que son hijos de la iniquidad, y que siendo como son en su mayoría, sacerdotes, están cada día profanando el don que han recibido de Dios. Pero no les maldigo, simplemente pido que la bendición de Dios les toque el corazón, para que descubran lo bonita que es la vida y los dones que Dios regala continuamente a la humanidad. Que aprendan a ser felices, que es una pena que no lo sean… Pido que el Espíritu les purifique la mirada, para que con corazón limpio y mirada transparente conozcan y prediquen el Evangelio y hablen de él, y dejen de hacerlo desde la abundancia del resentimiento que les atraganta y les amarga la vida.

Padre….¡perdónalos, no saben lo que hacen! Padre, llena de tus dones a los que generosamente se parten y reparten en el servicio.

Y vosotros conmigo: tiremos para adelante…
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