"La tempestad nos revela quiénes somos y dónde estamos" Sor Lucía: "En medio del silencio de esta cuarentena que nos ha 'enclaustrado a todos' os pedimos que nos ayudéis a ayudar"

Lucía Caram y su fundación
Lucía Caram y su fundación

"Tenemos 22 pisos una residencia con personas sin hogar y casi un centenar de personas acogidas.... Y en medio de la tempestad, sentimos que no estamos solos. Que nuestra fe nos despierta, que la urgencia nos moviliza"

Colabora con la Fundación Convent de Santa Clara

No podemos permanecer impasibles ante las palabras del papa Francisco en su oración Urbi et Orbi, que ha lanzado al mundo ante lo que está sucediendo: “Desde hace semanas parece que todo se ha oscurecido. Densas y espesas tinieblas han cubierto nuestras plazas, calles y ciudades, llenándolo todo con un silencio que ensordece y un vacío desolador: se palpita en el aire, se siente en los gestos y miradas. Nos encontramos asustados y perdidos como sus discípulos en la barca ante la tormenta”.

No olvidemos que la tempestad nos muestra lo vulnerables que somos, y dejamos al descubierto nuestras falsas y superfluas seguridades con las que habíamos construido nuestras vidas, proyectos, prioridades. Con la tempestad se puede ver lo que escondíamos, nuestros egos, apariencias, pero también deja al descubierto como estamos viendo nuestra pertenencia común, esa pertenencia de hermanos. Lo podemos ver día a día con personas anónimas : médicos, enfermeros y enfermeras, encargados de supermercados, limpiadoras, cuidadoras, transportistas, fuerzas de seguridad, voluntarios, religiosos y religiosas y tantos más que han comprendido que nadie se salva solo. Ya lo dijo Jesus “que todos sean uno” y nos interpela en medio de la tormenta y nos invita a despertar y a activar esa solidaridad y esperanza capaz de darnos fortaleza, contención y sentido a nuestra vida.

Cuanta gente cada día demuestra paciencia e infunde esperanza, sin sembrar pánico sino corresponsabilidad. “Cuantos padres, madres, abuelos, docentes muestran a los niños, con pequeños gestos como enfrentar y transitar la crisis. El servicio silencioso son nuestras mejores armas.

Hace pocas semanas desde La Fundación del Convento de Santa Clara hacíamos un llamamiento a la población en la necesidad de que se cedieran pisos o una pequeña donación para los que no tienen nada y estamos teniendo resultados pero es necesario más, no es suficiente.

Lo estamos dando todo

Ante la pregunta de muchos insolidarios de, y qué está haciendo Sor Lucía y La Fundación del Convento de Santa Clara, la respuesta es clara y contundente, lo estamos dando todo, gracias a las ayudas de muchas personas, voluntarios y entidades anónimas.

Manresa y muchas personas y empresas se ha volcado con los que no tienen, y hoy, ante la situación dramática que estamos viviendo sentimos que “todos estamos en la misma barca” y todos podemos y tenemos que remar en la misma dirección. Y remar en la misma dirección, en este mar y en medio de estar tempestad, significa sumar y ayudar allá donde nos necesitan. Permanecer unidos y disponibles para ayudar y servir.

Desde la Plataforma de alimentos nuestros voluntarios no dan más de sí preparando lotes para las familias, ayudados por los chicos y chicas de la residencia, que son tan vulnerables como el resto, pero que ayudan con una contagiosa sonrisa, porque “todos somos uno”. Ellos saben que tenemos que ayudar a más de un millar de familias y dan lo que son y lo que tienen.

Todos estamos en la misma barca, nadie se debería bajar, al contrario, necesitamos que más gente suba a remar para poder vencer al temporal. Esas son las palabras del Papa Francisco, que hacemos nuestras y las queremos compartir con todos vosotros. Y las compartidos con el grito de: “Sálvanos! ¿No te importa que nos hundamos?”

Y en medio del silencio de esta cuarentena que nos ha “enclaustrado a todos” os pedimos que nos ayudéis a ayudar.

En los próximos días tenemos que preparar 1.600 lotes de alimentos: harina, aceite, pasta, arroz, conservas.... Si, productos básicos para “dar de comer a los hambrientos”, a los damnificados de esta crisis.

Y tenemos 22 pisos una residencia con personas sin hogar y casi un centenar de personas acogidas.... Y en medio de la tempestad, sentimos que no estamos solos. Que nuestra fe nos despierta, que la urgencia nos moviliza, y que nos hace clamar en medio de nuestra sociedad, del miedo, de la incertidumbre, pero también de la confianza: “¡Perecemos! ¿Nos ayudáis a parar el golpe y a evitar que nos hundamos?”

Esto es cosa de todos, y si nos queréis ayudar, sabemos que el amor es creativo y generoso. Hoy como unos mendigos pedimos “el pan de cada día” para aquellos que hoy se ven privados del pan para el cuerpo, del consuelo para su alma, de la tranquilidad, de la paz, del sosiego.

https://www.fundaciodelconventdesantaclara.org/

Sor Lucía Caram

José Antonio González

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