Entreculturas denuncia que no faltan recursos, sino "iniciativa y voluntad política" La promesa de la Agenda 2030 se desvanece: la escuela sigue esperando y 272 millones de niños no tienen acceso a la educación

Entreculturas asegura que la exclusión educativa no entiende de fronteras
Entreculturas asegura que la exclusión educativa no entiende de fronteras Paula Casado/JRS

A cinco años de 2030, el mundo no cumplirá con su promesa de garantizar el derecho a una educación inclusiva, equitativa y de calidad para todas las personas. La ONG Entreculturas alerta en esta vuelta al cole de que, si no hay un cambio urgente, ninguno de los compromisos educativos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible serán alcanzados, según su informe “Lo prometido es deuda”, presentado en el marco de su campaña La Silla Roja

Durante la presentación de la campaña, Lucía Rodríguez Donate, Responsable de Incidencia Política de Entreculturas, subrayó la urgencia de revertir esta falta de compromiso político y financiero que amenaza el derecho a la educación: “No se trata solo de cifras. La conclusión es clara: no estamos cumpliendo, y no solo por falta de recursos, que también, sino sobre todo por falta de iniciativa y voluntad política

(Entreculturas).- A cinco años de 2030, el mundo no cumplirá con su promesa de garantizar el derecho a una educación inclusiva, equitativa y de calidad para todas las personas. De esta forma tan contundente, la ONG Entreculturasalerta en esta vuelta al cole, de que, si no hay un cambio urgente, ninguno de los compromisos educativos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) serán alcanzados, según reflejan en su reciente informe “Lo prometido es deuda”.

La publicación, presentada este jueves en el marco de su campaña La Silla Roja bajo el lema “No podemos retroceder, la educación es futuro”, ofrece una panorámica de la situación actual del aprendizaje en el mundo. Con este propósito, el informe analiza las metas recogidas en el ODS 4, el Objetivo específico sobre educación, en un momento crucial donde solo el 35% de las metas de todos los ODS están encaminadas a ser cumplidas en el plazo previsto.

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Actualmente, 272 millones de niños y niñas se encuentran fuera de la escuela en todo el mundo y desde Entreculturas alertan de que, aunque se cumplieran todas sus metas educativas, 84 millones seguirían sin escolarizar en 2030. Cifras y estimaciones que muestran la necesidad de un mayor esfuerzo por parte de la comunidad internacional y los Estados.

Durante la presentación de la campaña, Lucía Rodríguez Donate, Responsable de Incidencia Política de Entreculturas, subrayó la urgencia de revertir esta falta de compromiso político y financiero que amenaza el derecho a la educación: “No se trata solo de cifras. La conclusión es clara: no estamos cumpliendo, y no solo por falta de recursos, que también, sino sobre todo por falta de iniciativa y voluntad política”.

Son muchos los datos que recoge la investigación que demuestran la delicada situación global que sufre la educación en la actualidad. Uno de los más importantes, señala Entreculturas, tiene que ver con el considerable déficit de docentes que hay en el mundo (son necesarios 44 millones de aquí a 2030), pero también con el grave impacto negativo en el aprendizaje que todavía se arrastra de la pandemia. Unas circunstancias que se agravan aún más debido al retroceso que sufre la financiación educativa en todo el mundo y que tiene su máxima expresión en los países de bajos ingresos, donde los pagos de deuda externa casi triplican las inversiones en educación. 

“La exclusión educativa no entiende de fronteras”

El informe de Entreculturas también pone el foco en España, señalando que mantiene una de las tasas de abandono escolar temprano más altas de Europa (13% frente al 9,5% de media europea) y que la inversión en becas sigue siendo insuficiente (0,21% del PIB, frente al 0,44% de la UE). Para la ONG, estos datos evidencian que los desafíos educativos atraviesan a todos los países, aunque adoptan distintas formas e intensidades según cada contexto. “La exclusión educativa no entiende de fronteras: en todas partes cuestiona nuestra capacidad de garantizar el derecho a aprender”, señala Lucía Rodríguez.

La falta de inversión sostenida, la desigualdad de oportunidades y la ausencia de políticas públicas ambiciosas son obstáculos que se repiten en muchos países, donde la exclusión educativa se expresa de maneras diferentes, ya sea a causa de limitaciones económicas, conflictos armados o desplazamientos forzados. Esa mirada compartida se reflejó en la rueda de prensa con la presencia de testimonios procedentes de Honduras.

Las participantes en la presentación de “Lo prometido es deuda”
Las participantes en la presentación de “Lo prometido es deuda” Entreculturas

Heyda Escobar, exalumna de Fe y Alegría Honduras, entidad con la que trabaja Entreculturas, relató cómo la formación técnica le ofreció no solo conocimientos técnicos, sino también valores y habilidades para la vida: “Estudiar me permitió capacitarme, crecer como persona, y descubrir que puedo aportar a mi comunidad, no solo con mi trabajo, sino también con liderazgo y compromiso social. Lo tengo claro: la educación es la mejor herramienta para transformar nuestra vida y nuestro entorno.” 

Por su parte, Lidia López, Gestora de proyectos del mismo país y organización, reafirmó la necesidad de una mayor apuesta por la educación en un país donde el 30% de los niños, niños y adolescentes no asisten a la escuela. “Creemos que la educación cambia vidas, pero para lograrlo es imprescindible responder de forma integral a una deserción escolar motivada por factores como la pobreza, la migración, el embarazo adolescente, la violencia y el trabajo infantil”, afirmó Lidia.

Para finalizar la rueda de prensa, Lucía Rodríguez retomó la palabra y presentó una serie de recomendaciones a la comunidad internacional para conseguir alcanzar las metas marcadas antes de 2030, así como la necesidad de consensuar un nuevo marco global post-2030 que garantice sistemas educativos públicos, inclusivos y de calidad. “Aún estamos a tiempo. A cinco años de 2030, tenemos la oportunidad, y la responsabilidad, de actuar. Es ahora o nunca.”

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