Las homilías del misionero salesiano se hacen virales El Evangelio del sentido común de Alfonso Francia: "No podemos condenar a nadie"

Alfonso Francia, en Instagram
Alfonso Francia, en Instagram

"La esperanza es más que cantar y fotografiar a la Virgen; la esperanza hay que vivirla y hay que ser motivo de esperanza. No podemos condenar a nadie. La mayor parte de los santos más grandes de la Iglesia fueron enormes pecadores"

"Si hay aquí divorciados, separados, gays, lesbianas, convivientes, delincuentes, borrachos, en crisis de matrimonio o en la sociedad, bienvenidos a esta eucaristía. El Señor los quiere y los llama a todos"

Tiene 88 años, y una energía envidiable. El salesiano Alfonso Francia, tras media vida como misionero en Perú, regresó hace un par de años a su querida Sevilla y, desde allí, continúa sentando cátedra de humanidad, humildad y sentido común, el del Evangelio. Hace unos días, una de sus homilías en el Polígono Sur, que 'religiosamente' envía a sus contactos, se hizo viral. Todo por decir lo que dijo Jesús, con sus particulares palabras: "Nadie es tan inútil que no pueda ser maravilloso y nadie es tan pecador que no pueda ser un santazo".

Creemos. Crecemos. Contigo

“No podemos condenar a nadie. Todos podemos llegar a vivir la santidad. Nadie es tan inútil que no pueda ser maravilloso. Vivamos la Esperanza, transformemos nuestras vidas” señaló el salesiano Francia, quien puso en el centro, como siempre, a los "preferidos de Dios". ¿Y quiénes son estos? Ni más ni menos que los excluidos por la cultura del descarte, ya sea en el ámbito sexual, económico, identitario o de raza.

"Si hay aquí divorciados, separados, gays, lesbianas, convivientes, delincuentes, borrachos, en crisis de matrimonio o en la sociedad, bienvenidos a esta eucaristía. El Señor los quiere y los llama a todos", insistió Alfonso Francia.

En sus homilías, Alfonso insiste en la importancia de la esperanza y la inclusión: "La esperanza es más que cantar y fotografiar a la Virgen; la esperanza hay que vivirla y hay que ser motivo de esperanza. No podemos condenar a nadie. La mayor parte de los santos más grandes de la Iglesia fueron enormes pecadores". Unas palabras que no solo emocionaron a los feligreses que estaban presentes, sino que han hecho sentir y vibrar a miles de personas a través de las redes. Como siempre ha hecho, con el Evangelio en la mano.

Etiquetas

Volver arriba